El Reino Unido registró por primera vez cero muertos en las últimas 24 horas y todo parece indicar que las vacunas funcionan en el primer país del mundo que comenzó a inyectarlas desde el pasado 8 de diciembre y que llegó a las 65 millones de dosis suministradas.
Lo confirmaron los datos actualizados difundidos hoy por el gobierno del premier Boris Johnson, que parece poder soltar un suspiro de alivio sobre el impacto de la emergente variante Gamma (antes llamada «india») del virus, al menos en cuanto a los decesos y contagios graves después de algunas semanas alarmas crecientes.
En las estadísticas oficiales, esta es una primera vez absoluta desde el comienzo de la pandemia en la primavera de 2020. Aunque, utilizando los parámetros internacionales actuales, que cuantifican como muertes por Covid aquellas de todas las personas que dieron positivo en las cuatro semanas anteriores -el 30 julio también debería haber sido un día sin víctimas-.
De cualquier modo, la señal es positiva y refleja un elemento de «esperanza para el futuro cercano», resaltó Robert Cuffe, jefe de análisis estadísticos, a la BBC, aunque no sin dejar de destacar que todavía quedan «algunos si y algunos peros» con que hacer las cuentas, vinculadas tanto a las comprobaciones posteriores de las próximas dos semanas, como al hecho de que los lunes y martes los datos británicos suelen verse aligerados por el tradicional retraso en la recogida de parte de las informaciones referidas al fin de semana.
Lo cierto es que hace meses que no se ve un día sin una sola muerte contabilizada por coronavirus. Y que incluso los contagios diarios volvieron a descender levemente respecto al lunes, 3.165 sobre 602.000 hisopados realizados; con una suma de personas hospitalizadas actualmente en todos los departamentos (cuidados ordinarios o intensivos) de todos los hospitales de la isla que no baja por ahora de 870, a los mínimos globales.
Mientras que el total oficial de muertes desde el inicio de la pandemia se mantiene estable en 127.782, un récord europeo en términos absolutos, pero ahora más bajo que el de Italia y una docena de otros países del Viejo Continente con relación a la población.
Elementos que eliminan, si no cancelan, el temor a una desaceleración in extremis en la ruta de salida gradual del país de las últimas restricciones significativas del bloqueo, con la próxima etapa crucial fijada el 21 de junio.
Una fecha límite que el propio primer ministro Johnson se reservó para formalizar no antes del 14 en los días pasados, impulsada por las incógnitas vinculadas a la agresiva variante Gamma, que se ha vuelto dominante en el Reino Unido en las últimas semanas.
Para reducir los temores, salvo errores o nuevos datos, esta vez, sin embargo, sopesa el efecto maduro de la campaña de vacunación rápida impuesta en la isla.
Campaña a la que el gobierno ha tratado de dar un mayor impulso -especialmente en términos de refuerzos, que hoy asciende a casi 26 millones de 65 millones de dosis administradas y casi el 50% de cobertura de toda la a platea británica mayor de 16 años- tras recibir el consuelo de los primeros estudios sobre la eficacia de la inmunización completa incluso contra el riesgo más grave de la variante gamma.
¿Desafío cuesta abajo entonces?
Realmente no o todavía no, como advierte el profesor Adam Finn, virólogo y consultor gubernamental del Comité Conjunto de Vacunación, instando a sus compatriotas a no engañarse a sí mismos de que «la batalla contra Covid ya está ganada» mientras esperan alcanzar al menos la meta inmunizar al 100% de la población adulta antes del 31 de julio con una dosis.
Mientras la British Medical Association (BMA), principal organización sindical de los médicos británicos, pidió formalmente en estas horas al gobierno tory que postergue la fecha del 21 de junio, en cumplimiento a su compromiso de privilegiar «los datos sobre las fechas», aprovechando entretanto para seguir aplicando los refuerzos.
En tanto que Escocia se está retrasando ligeramente en parte de su plan de reapertura anticipada. Por otro lado, el propio Boris Johnson -bajo presión también debido a las fuertes acusaciones levantadas recientemente por su ex asesor Dominic Cummings- tiene cuidado de no escapar de ello. Pero que una plaza con cero muertos permite esperar afrontar ahora con una angustia decididamente menor. (ANSA).