lunes, diciembre 23, 2024

Internacionales

OIT pide protección de teletrabajadores

Sharing is caring!

El número de personas que trabajan desde su casa aumentó notablemente debido a la pandemia de Covid-19, afirma un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que exhorta a una mayor protección de estos teletrabajadores.

Antes de la crisis sanitaria, en el mundo había unos 260 millones de trabajadores que llevaban a cabo sus tareas desde su casa, equivalentes al 7,9% de la ocupación global (56% de ellos mujeres).

En los primeros meses de la pandemia, se estima que un trabajador de cada cinco se encontró trabajando desde su casa, y «el crecimiento del trabajo desde casa está destinado a continuar en los próximos años, haciendo aún más urgente la necesidad de afrontar la situación».

La OIT dio a conocer estos datos en ocasión de la publicación, hoy en Ginebra, del informe «Working from home.
From invisibility to decent work».

«A menudo el trabajo desde casa está escasamente reglamento y el respeto a las leyes vigentes sigue representando un desafío. En muchos casos, los trabajadores que trabajan desde su casa son clasificados como ‘autónomos’ y por lo tanto excluidos del ámbito de aplicación de la legislación laboral», subraya la OIT.

El trabajo desde casa a menudo es «invisible», agrega. Por ejemplo, en los países de medios y bajos ingresos, casi todos aquellos que trabajan desde sus casas -el 90%- lo hacen de modo informal, en condiciones que suelen ser peores a las que quienes trabajan fuera de sus casas.

En el Reino Unido, quien trabaja desde su casa gana en promedio el 13% menos, un porcentaje que asciende al 50% en la Argentina o en México.

«Además aquellos que trabajan desde sus casas están expuestos a mayores riesgos para la salud y la seguridad, y tienen menor acceso a la formación respecto de quien no trabaja desde su casa», agrega la organización de Naciones Unidos.

«Tal condición influye en sus perspectivas de carrera», observa además la OIT. Asimismo, quien trabaja desde su casa no tiene el mismo nivel de protección social y cuenta con menos probabilidades de formar parte de un sindicato o de estar cubierto por una convención colectiva que lo ampare.

El informe invita, además, a poner en marcha acciones específicas para mitigar los riesgos psicosociales e introducir un «derecho a la desconexión», para garantizar el respeto a los límites entre la vida labora y a vida privada.
Y, al mismo tiempo, para garantizar que todos aquellos que trabajan desde sus casas pasen de la invisibilidad a un trabajo digno. (ANSA).