Bromatología cuenta con personal suficiente para hacer inspecciones todo el año, que claramente se acrecientan con la llegada del calor.
“Lo normal es que la temperatura en un refrigerador sea de 6 grados, y vemos descuidos donde está en 17º”, confirmó José Luis Orofino, quien admitió que “nos apoyamos mucho en las denuncias que nos hacen los vecinos”
La Dirección de Bromatología intensifica, con la llegada del calor, las inspecciones en comercios de la ciudad, ocasión en la que se ha decomisado mucha mercadería láctea por falta de temperatura, al tiempo que se han clausurado algunos de ellos por falta de cumplimiento de las normas de higiene.
En este sentido, el subdirector del área, José Luis Orofino, explicó que “con la llegada de los primeros días de calor ya empezamos a hacer mucho hincapié en el control de la temperatura de los lácteos, y lamentablemente ya decomisamos de forma inmediata quesos, yogures, leches” para agregar que “lo normal es que la temperatura en un refrigerador sea de 6 grados, y vemos descuidos en algunos supermercados o mercados grandes donde está en 17º”.
Asimismo, el funcionario señaló que “también nos apoyamos mucho en las denuncias que nos hacen los vecinos, y en ese aspecto comprobamos que tienen razón porque, cuando inspeccionamos, nos encontramos con la anormalidad que vio”.
En otro orden, indicó que “ya clausuramos tres comercios, dos supermercados y un mercado grande, que por lo general son por presencia de roedores o por descuidos sanitarios y de higiene muy groseros, y no por lácteos en mal estado” para poner de relieve que hoy mismo “cerramos una fábrica de hamburguesas de soja por notorios problemas edilicios”.
Por otro lado, y para cerrar, adelantó que “ahora en verano intensificaremos los controles porque hay restaurantes, por ejemplo, que al mediodía no abren” aunque resaltó que “no es que en invierno se controla menos porque el personal lo tenemos disponible y las denuncias son todo el año”.
