Debatirán una ley que autoriza el autocultivo de cannabis medicinal. La iniciativa del diputado Leandro Halperín (UCR-Evolución) propone un «marco regulatorio en la Ciudad de Buenos Aires para el acceso informado y seguro de cannabis medicinal y sus derivados».
La Legislatura porteña debatirá esta semana un proyecto de ley que regula el uso medicinal del cannabis en la Ciudad y, entre sus aspectos más sobresalientes se encuentra la autorización de los cultivos personales a pacientes o sus tutores.
«Regular el cannabis para garantizar el derecho a la salud es una necesidad, y proteger a las familias que cultivan su propia medicina es imperioso», dijo el principal impulsor del proyecto, el diputado Leandro Halperín (UCR-Evolución), al participar de la reunión de comisiones que dio dictamen de mayoría a la iniciativa.
Y agregó: «Muchas de esas familias son criminalizadas todavía hoy. El Estado puede ofrecerles una mejor cara que mandarle policías, jueces y enviarlos a las prisiones. Eso es lo que estamos proponiendo».
La iniciativa de Halperín, acompañada por sus ocho compañeros de bloque, propone un «marco regulatorio en la Ciudad de Buenos Aires para el acceso informado y seguro de cannabis medicinal y sus derivados».
En su artículo 6, el proyecto autoriza a los pacientes, sus representantes legales, tutores o curadores a cultivar, sembrar y guardar cannabis y sus derivados en las «cantidades y formas que determine la legislación vigente» y con previa autorización de la autoridad de aplicación, que será el Ministerio de Salud porteño.
Halperín presentó por primera vez este proyecto en 2018, unos meses después de aprobada la regulación del cannabis medicinal a nivel nacional.
«Hace varios años venimos trabajando con legisladores y legisladoras de distintos bloques, organizaciones cannábicas y universidades»LEANDRO HALPERÍN
Entre las organizaciones que acompañan la iniciativa se encuentra la Asociación Jardín del Unicornio, el primer club de cultivo del país, que funciona en el barrio porteño de Boedo.
«Hay muchos grupos de personas que cultivan colectivamente pero no se visibilizan, nosotres hace ocho años que decimos qué hacemos, cómo lo hacemos, quiénes somos y cuáles son los costos, que sostenemos de manera colectiva», dijo a Télam Rossana Zappia, presidenta de la asociación.
Y agregó: «Acompañamos, apoyamos y festejamos que probablemente salga el autocultivo en la Ciudad de Buenos Aires, algo que es muy importante para mejorar la calidad de vida de miles de personas. Estamos muy contentes de que todos los bloques partidarios estén de acuerdo en visibilizar una necesidad y en dar una respuesta que el Estado viene negando hace mucho».
El diputado porteño Leandro Halperín (UCR-Evolución).
Desde 2016, la asociación Jardín del Unicornio es parte del proyecto «cannabis y salud» de la Universidad Nacional de La Plata, que genera acceso seguro y gratuito al aceite derivado de esta planta a unos 300 pacientes con distintas patologías.
A nivel nacional, Jardín del Unicornio, cuyo club de cultivo está integrado por unas 20 personas, presentó, junto con la diputada del Frente de Todos Ayelén Spósito, un proyecto de ley que propone una regulación integral de todos los usos del cannabis.
El marco regulatorio propuesto por los diputados de UCR-Evolución cuenta con amplio consenso en la Legislatura porteña; el bloque del Frente de Todos (FdT), por ejemplo, propuso en 2017 y en 2019 adherir a la ley 27.350, que regula el uso medicinal del cannabis a nivel nacional.
La diputada del FdT María Rosa Muiños, al participar del plenario de comisiones que dio dictamen a la iniciativa, afirmó que «este es un primer gran paso. Priorizamos el consenso y nos comprometemos incluso a más».
Muiños se refería, así, a la nueva regulación del cannabis medicinal que se espera a nivel nacional, ya que varios sectores quedaron disconformes ante la reglamentación de la ley vigente, que no habilita el autocultivo.
«La ley nacional 27.350, vinculada a la salud pública, deja algunas zonas grises e intersecciones con la ley de drogas 23.737, vinculada principalmente al derecho penal», dijo Halperín, y consideró que «cada jurisdicción, en el ejercicio de su autonomía, debe producir regulaciones que dejen claro qué derechos prevalecen».
Y añadió que cuando hay un conflicto entre estas dos leyes, debe darse «preeminencia al derecho a la salud».
En la Legislatura porteña, UCR-Evolución cuenta con nueve diputados y forma parte de un interbloque con Vamos Juntos, el bloque oficialista y mayoritario, con 26 bancas.
Al interior de Vamos Juntos, varias diputadas y diputados porteños manifestaron estar a favor de la regulación que propone Halperín, entre ellos Lucía Romano, Ana María Bou Pérez, Matías López y Diego García Vilas.
De acuerdo a la agenda parlamentaria acordada entre los jefes de bloque, la regulación del cannabis medicinal será tratada en la próxima sesión de la Legislatura, prevista para el jueves 12 de noviembre.
Algunos aspectos del proyecto
Autorización del cultivo personal, promoción de la investigación científica y creación de un consejo asesor con representación de los usuarios, son algunas de los aspectos más destacados de la regulación del cannabis medicinal que debatirá esta semana la Legislatura porteña. De aprobarse, la Ciudad de Buenos Aires adherirá a la ley nacional 27.350 de «investigación médica y científica» del cannabis, pero también tendrá normas propias.
Entre ellas se destaca la habilitación para «sembrar, cultivar o guardar cannabis y sus derivados, en las cantidades y formas que determine la legislación vigente, previa autorización de la autoridad de aplicación», que será el Ministerio de Salud local.
Dicha habilitación será para «todo paciente, representante legal, tutor o curador que se encuentre comprendido en las previsiones de la ley nacional 27.350».
El proyecto de ley también prevé que el Estado brinde capacitación a los cultivadores para obtener un mejor producto y que produzca los efectos deseados en la salud de los usuarios.
La iniciativa también declara de interés sanitario para la Ciudad «las acciones tendientes a proteger, promover y mejorar la salud pública de la población mediante la investigación y uso científico de la planta de cannabis y sus derivados, sea tanto con fines medicinales, paliativos y/o terapéuticos, como así también en el programa de reducción de daños en materia de adicciones y consumos problemáticos».
En este sentido, establece que el Ministerio de Salud de la Ciudad promoverá «estudios e investigaciones clínicas relacionadas con el uso del cannabis con fines terapéuticos».
Para esas investigaciones, se impulsará la participación de organizaciones cannábicas, hospitales públicos, universidades y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
Por otro lado, crea, bajo la órbita del Ministerio de Salud porteño, el «consejo asesor de políticas relacionadas al cannabis», conformado por representantes de asociaciones civiles especializadas en la investigación y uso terapéutico del cannabis, representantes de los usuarios de medicamentos a base de cannabis medicinal, profesionales e investigadores de universidades.