Tremenda reunión en la UP 4 de Bahía Blanca para constituir su Comité de Prevención y Solución de Conflictos.
Estuvieron personas privadas de la libertad (chicas y muchachos), personal penitenciario, representantes de fiscalía, defensoría y Poder Judicial, Patronato, Procuración, trabajo, salud, Municipalidad, Universidad, psicología, y seguro me olvido de alguien.
Un enorme entusiasmo para poner en funcionamiento el Comité, comenzando a desactivar ya mismo el aparato sancionatorio de los conflictos para pasar a gestionarlos bajo las reglas de la justicia restaurativa en la búsqueda de consolidar la paz y la convivencia.
Todos coincidiendo en ponerse a trabajar ya mismo en desactivar las subculturas tumberas, pero también las penitenciarías, que tantas veces contribuyen a generar conflictos.
Mientras hablaban los concurrentes pensaba en la razón de la sinrazón. Mientras una persona que comete un robo calificado (por ejemplo, un robo en poblado y en banda) puede obtener una suspensión de juicio a prueba y si cumple, extinguir la acción y que no le queden antecedentes, una persona privada de la libertad que riñe con otra, o que le falta el respeto a un penitenciario, puede terminar confinado hasta 10 días en un buzón. Ponemos presa a una persona que ya está presa como respuesta a su conflicto de convivencia.
Aspiramos que con este programa el sistema penitenciario gane en racionalidad y desaparezca definitivamente el aislamiento como sanción disciplinaria y los nefastos buzones, ejemplo de una cultura bárbara y deshumanizada.