Una llama belga, como lo oyen, puede tener una solución para los enfermos de COVID-19. Científicos de la Universidad de Austin, Texas, de los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses y de la Universidad de Gante han encontrado «el primer anticuerpo capaz de neutralizar el COVID-19» en la sangre de estos camélidos con tendencia a escupir.
Los autores descubrieron un anticuerpo capaz de neutralizar el SARS-CoV-1 y el MERS-CoV-1 en la sangre de White una llama nacida en Bélgica hace cuatro años pero dejaron de lado la investigación cuando los virus causante del SARS y el MERS dejaron de ser una amenaza.
Ahora, con la llegada del SARS-CoV-2, causante de la temible COVID-19 y convertido en pandemia, los científicos intentaron probar de nuevo… Y funcionó. Al menos en condiciones de laboratorio.
El estudio ha sido publicado esta semana en la revista científica especializada CELL y explica con todo lujo de detalles el mecanismo por el que este anticuerpo es capaz de bloquear la propagación del insidioso nuevo coronavirus.
¿Una llama belga nos salvará del coronavirus?
Las llamas producen anticuerpos especiales que otras especies no son capaces de fabricar, eso lo saben bien los expertos. Teodosio Huanca, si cabe el mayor experto global en llamas, dijo en una entrevista con Efe que ya se sabía desde hacía tiempo que los anticuerpos de los camélidos suramericanos tienen características que facilitan su acción contra algunos virus. «Sin embargo, lo que vuelve interesante el experimento es saber que el anticuerpo doble de la llama, de menor tamaño, sí se puede introducir en el COVID-19 y contribuir así a la prevención contra el virus», apuntó el investigador, que lleva 35 años investigando estos animales.
«En una llama, tienes los dos anticuerpos convencionales que todos tenemos y que se asemejan a dos cadenas pesadas y dos cadenas ligeras y luego tienes un anticuerpo especial con sólo dos cadenas ligeras. Esto es muy específico de la llama», explica Dorien De Vlieger, investigadora doctoral de Ugent (Universidad de Gante) en reporte de la TV belga RTBF.
«El anticuerpo fue aislado en 2016 de la llama Winter que fue inmunizada con moléculas de los coronavirus SARS y MERS. Elegimos trabajar con las llamas porque estos animales producen un tipo especial de anticuerpos que son más estables que los anticuerpos clásicos. Esta mayor estabilidad permite la administración de la droga a través de la nebulización» (como un espray) precisa De Vielger en un email a euronews.
Son precisamente estos anticuerpos, que también producen camélidos como la alpaca, los que interesan a los investigadores porque su acción sobre el coronavirus es crucial, añade la investigadora: «En la superficie del virus, tienes proteínas muy grandes que son importantes para permitir que el virus se aferre. Lo que hace el anticuerpo es precisamente evitar esta adhesión a nuestras células. «