Por: Eduardo Médici
Arturo Rojas, de Necochea, y Cecilio Salazar, de San Pedro, se despojaron de sus ropajes cambiemitas y se presentaron anoche, en gobernación, como miembros de un bloque “vecinalista”.
La historia detrás de los garrochazos.
La conformación del “bloque vecinalista” que se reunió ayer con el gobernador Axel Kicillof para abordar la continuidad de la cuarentena y la asistencia económica para los municipios, dejó mucha tela para cortar. Los seis intendentes que visitaron La Plata tienen trayectorias distintas: algunos tienen tradición independiente, pero otros supieron asociarse con partidos mayoritarios hasta hace poco tiempo.
En la Casa de Gobiermo estuvieron Guillermo Britos (Chivilcoy), Arturo Rojas (Necochea), Juan Miguel Nosetti (Salliqueló), Cecilio Salazar (San Pedro), Carlos Sánchez (Tres Arroyos) y Carlos Bevilacqua (Villarino). Como explicó ayer este portal, para estos jefes comunales no fue una reunión más, ya era que era el empujón que les faltaba para conformarse como una agrupamiento que busca una “tercera posición”, entre el peroniso y Cambiemos.
Para el Gobierno tampoco lo fue. Los intendentes vecinalistas son una voz que puede inclinar la balanza en el debate público con Cambiemos, si continúan las asperezas, especialmente frente al sector que comanda Jorge Macri. Al intendente de Vicente López le cuentan lo de ayer como una derrota, porque le atribuyen la intención de “influir” sobre ese grupo de alcaldes.
El resto de Juntos por el Cambio también se puede dar por aludido. Dos de los intendentes que ayer se presentaron como vecinalistas eran, hasta octubre del año pasado, miembros fundadores de la alianza que gobernó hasta el 10 de diciembre, y fieles soldados de la exgobernadora María Eugenia Vidal.
Son Cecilio Salazar, intendente de San Pedro, y de Arturo Rojas, de Necochea. Ambos fueron electos en 2019 con la boleta de Juntos por el Cambio, ya que su partido -FE, fundado por Gerónimo Venegas, histórico dirigente de UATRE-, integraba esa alianza.
Cuando Venegas murió, Fe perdió lugar en la consideración de la dirigencia de Juntos por el Cambio. Incluso antes de que Kicillof tomara las riendas de la Provincia, el espacio lanzó las primeras advertencias. “Tenemos dos intendentes en la provincia, legisladores y concejales y no formamos parte de la mesa de conducción del foro”, reclamó Salazar en noviembre.
Fue luego de un acto que se llevó a cabo en el Centro Cultural Kirchner, en el que la mismísima María Eugenia Vidal pidió “la unidad de los tres partidos” que formaban parte de la alianza, en clara alusión al PRO, la UCR y la CC. Por esos días se dio la “fuga” de legisladores -nacionales y provinciales- del espacio hacia bloques independientes.
El caso de Necochea es muy particular. Arturo Rojas fue presidente del Consorcio del Puerto local por decisión de María Eugenia Vidal y desde allí le ganó la interna a un radical “puro” como Gonzalo Diez. Luego se devoró al intendente Facundo López, del Frente Renovador. “Somos los que podemos como pudimos estos años convertir la ruta de la muerte en una ruta segura, como la 88; y somos los que pudimos, juntos con Arturo, convertir el puerto en el más profundo de nuestra provincia”, decía Vidal el 17 de octubre del año pasado, durante una visita de Campaña.
Vidal sacó 54 puntos en Necochea y Rojas 59. Aunque triunfador, quedó al frente de una de las comunas más devastadas económicamente de la Provincia. Y sin un Gobierno provincial al que alinearse.
Esa situación, sumada al desbante del espacio y a la base “peronista” del armado, lo terminaron arreando naturalmente a las puertas de Gobernación, donde recaló ayer despojado de sus ropajes cambiemitas. Un periodista de Necochea le preguntó a Rojas, esta misma semana, cuál era su nueva identidad política: la respuesta fue un prolongado silencio.
El caso de Carlos Bevilacqua, intendente de Villarino, tiene una particularidad. A pesar de que tiene pasado en el Frente Renovador -compartió lista en 2015 y tiene a Sergio Massa como foto de perfil del Whatsapp y hasta tiene a su hija entre las filas del oficialismo en la Legislatura-, jugó con su sello local en 2019.
Bevilacqua le dijo a INFOCIELO que se fue muy satisfecho del encuentro con Kicillof. “Nos pareció muy sincero y nos dijo que no nos va a dejar a pata”, sintetizó. La situación de su distrito es delicada y, si bien pudo hacer frente al pago de sueldos de marzo, está muy complicado para repetir en abril.
El cuarto elemento, que asoma como “capitán” del armado, es Guillermo Britos, que jugó con la boleta de Consenso Federal en 2019 y logró derrotar al Frente de Todos y a Juntos por el Cambio, que jugaron fuerte. Antes había formado parte del Frente Renovador y hubo coqueteos con el vidalismo. Situación distinta a la de Nocetti y a la de Sánchez, que pueden considerarse vecinalistas “puros”.
Pan que que