domingo, noviembre 24, 2024

Policiales y Judiciales

Detienen a otros 4 imputados por el secuestro de un empresario de la carne de Mataderos

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El secuestro ocurrió el 25 de enero y el empresario fue liberado tras un pago de 7.000 dólares. Ante un segundo intento de extorsión, intervinieron efectivos de la Policía Federal que, en varios operativos, arrrestaron a cinco hombres y desarticularon la banda.

uatro hombres fueron detenidos acusados de integrar una banda que en enero pasado secuestró a un empresario de la carne en el barrio porteño de Mataderos y lo liberó tras el pago de 7.000 dólares, y que días después volvió a extorsionarlo, aunque no logró obtener dinero ya que intervino la policía y mató a uno de ellos en un tiroteo.

Fuentes policiales, judiciales y del Ministerio de Seguridad de la Nación informaron este martes a Télam que con estas nuevas cuatro detenciones, ya son cinco los presuntos secuestradores apresados y que la organización quedó desbaratada.

Los procedimientos fueron realizados por efectivos de la División Operativa Central del Departamento Antisecuestros de la Policía Federal Argentina (PFA) en una causa investigada por el fiscal federal porteño Carlos Stornelli.

Los imputados fueron detenidos en cuatro allanamientos realizados en viviendas de la ciudad de Buenos Aires y las localidades bonaerense de Beccar y Turdera.

Según los investigadores, esta banda, además de haber concretado aquel secuestro extorsivo, se dedicaba a cometer entraderas en San Isidro y robos con la modalidad de piratas del asfalto en la zona norte del conurbano.

El hecho

El secuestro extorsivo que les imputan ocurrió el 25 de enero alrededor de las 14 cuando la víctima, un empresario de la carne de 31 años a quien solo se la identificará por sus iniciales D. A., salía de su empresa de corte de carnes en Mataderos y estaba por subir a su vehículo.

Según las fuentes, D. A. fue abordado por tres delincuentes que vestían ropa de trabajo blanca -como la que se suele usar en los frigoríficos-, que le exhibieron armas, lo obligaron a subir al asiento trasero de su propia camioneta, le pusieron una gorra y se lo llevaron cautivo.

«Te vendieron, sabemos todo sobre vos», le dijo uno de los secuestradores, mientras que otro lo amenazó para que no los miré a la cara: «Mirá al piso o te pinchamos un ojo».

Según lo que contó en el expediente el empresario, al cabo de media hora sus captores lo cambiaron de vehículo, a otra camioneta tipo utilitaria, donde lo taparon con una frazada y lo dejaron sentado sobre el tubo de gas.

El hombre fue obligado a llamar a su esposa, pero en vez de advertirle que estaba secuestrado, sólo le dijo que juntara 7.000 dólares y los llevara a la puerta de un club sindical ubicado cerca del country del partido bonaerense de Ezeiza donde tiene su domicilio.

La mujer sospechó porque en la llamada de su esposo escuchó voces desconocidas y por ello llamó a su cuñado, aunque en ese momento no denunciaron lo que sucedía ante la policía.
La esposa de D. A. esperó un nuevo llamado y al recibir las instrucciones, llevó el dinero al sitio acordado en Ezeiza, donde uno de los delincuentes pasó a buscar los 7.000 dólares del rescate en moto.Los secuestradores liberaron al empresario en la localidad de Gregorio de Laferrere, partido de La Matanza.

Si bien le devolvieron su billetera y el teléfono celular, se quedaron con su computadora y con un maletín en el que guardaba varios cheques y le anticiparon que vaya juntando más dinero porque lo volverían a llamar.
Los delincuentes cumplieron y tres días más tarde le enviaron un mensaje de WhatsApp: «Mañana quiero los 5.000 dólares. Ya sabés lo que va a pasar si no cumplís y yo tengo palabra. Si no vas a cumplir con lo acordado, aceptá las consecuencias hdp» (sic).

La víctima ya había formulado la denuncia por su secuestro y en la causa ya intervenían el fiscal Stornelli y los detectives de la PFA, por lo que se decidió montar un operativo encubierto para el pago de esta segunda extorsión.
Fue el 31 de enero, detrás del cementerio de La Tablada, en La Matanza, donde policías de la División Operativa Central de la PFA se enfrentaron a balazos con dos de los miembros de la banda que fueron a recolectar el pago.

En el tiroteo murió uno de los presuntos secuestradores, identificado como Luis Contreras Rendón (31), alias «Lucho», a quien le secuestraron una pistola 9 milímetros, los cheques del empresario y el bolso con el dinero que había recolectado.

En el procedimiento se detuvo como cómplice del fallecido a otro imputado, Maximiliano Ferro (26), quien según la investigación, es el dueño de una camioneta Renault Kangoo utilizada en el secuestro y el primer procesado de la causa, en febrero pasado, por la jueza federal María Eugenia Capucheti.

Además del arma y el dinero, en ese operativo también se incautó el teléfono celular de «Lucho» y una tarjeta SIM que, una vez peritados, fueron clave para recuperar mensajes y contactos de la banda.

Fuentes policiales explicaron que la investigación continuó durante los últimos tres meses con cruces y escuchas telefónicas y tareas de inteligencia y seguimiento a partir de las cuales se pudo identificar y detener el jueves pasado a los cuatro nuevos detenidos.