En la jornada de ayer, cerca de las 20 en la investigación que se está llevando adelante por las amenazas contra el intendente de Lobería, se realizó otro allanamiento en Mar del Plata.
Esta vez si era la vivienda del allanado, ubicada en Deró entre Aguirre y Alice. No se secuestró nada de interés, ya que el incautado no estaba en su casa.
La Policía encontró municiones de distintos calibres y una caja fuerte de cemento, de hormigón armado, con una puerta resistente, adecuada a la construcción.
Algunos llegados y familiares de Hunger dijeron en el momento e in situ, que ahí adentro tenía las armas de fuego.
Hunger, es legítimo usuario de las armas de fuego de toda clase, de uso civil condicional y de uso civil, por lo cual la orden de allanamiento y secuestro de las armas, había salido con la condición de que no fueran armas registradas.
Una vez en el lugar y con la caja fuerte a la vista, personal policial intentó por todos los medios de abrirla, pero resultó imposible por carecer de medios técnicos.
La alternativa era proceder a su destrucción total y al Fiscal que entiende en la causa José Cipolletti, no se pareció proporcionado en tanto y en cuanto lo que se iba a buscar en líneas generales eran armas registradas para sacárselas a los efectos preventivos porque las amenazas no fueron con armas.
Por lo tanto, el fiscal le dio directivas al personal policial desde la ayudantía fiscal de Lobería para que permanecieran en el lugar hasta tanto Hunger llegara.
En algún momento llegó el abogado, permaneciendo unas horas con el personal policial, luego llegó el dueño de casa quién dijo no tener las llaves y se retiró como había ido.
Por lo tanto, la diligencia de allanamiento se frustró por las razones informadas por la Fiscalía. Con el correr de los días