ABSA, AUBASA, BAGSA y Centrales de la Costa siguen al mando de los CEO de Cambiemos. Axel Kicillof demora los nombramientos de las nuevas autoridades, genera malestar político y complica el funcionamiento.
Transcurrido casi un mes desde que Axel Kicillof tomó el control del Poder Ejecutivo de la Provincia, uno de los interrogantes más importantes -y urgentes- pasa por el futuro de las empresas del estado bonaerense. “Axel está un poco misterioso”, resumió una fuente del peronismo bonaerense que espera definiciones del Gobernador.
Hoy el Estado bonaerense tiene la mayoría de las acciones de una serie de empresas de servicios que, por falta de nuevas designaciones, están en manos de los presidentes designados por María Eugenia Vidal y en algunos casos empiezan a mostrar dificultades para funcionar.
Una de ellas, la principal, es ABSA, la empresa de Agua y Saneamiento de la Provincia que presta el servicio en 79 localidades y a 2.5 millones de usuarios. La empresa maneja 22 plantas potabilizadoras, 72 plantas depuradoras y 1.295 perforaciones, pero no tiene un presidente designado.
Kicillof elige pagarles a los “sin tierra” del peronismo bonaerense
Hoy, la firma está a cargo de Rafaelle Sardella, designado durante la administración de María Eugenia Vidal y sostenido por el Gobierno a pesar de que quedó salpicado en el escándalo del Correo Argentino. Según una investigación de Página 12 publicada en marzo de 2017, Sardella es hombre de confianza de la Familia Macri. Incluso estando en funciones en ABSA atendía en las oficinas del Grupo SOCMA.
Sardella presentó su renuncia con el conjunto de las autoridades del Gobierno saliente. Y se desentendió de la gestión. Pero Axel Kicillof no la aceptó porque no tiene decidido quién lo reemplazará. Parece un tecnicismo, pero tratándose de un servicio esencial, sin el “ok” de Kicillof, Sardella no puede dejar de hacerse cargo de ABSA: está encadenado.
Distinto es el caso de BAGSA, la distribuidora de gas natural y propano del Gobierno provincial, que presta servicio en 60 localidades del interior bonaerense. El último CEO de BAGSA fue Mariano Arocena y, como en ABSA, no hay noticias de quién lo sucederá. Hay que tomar decisiones políticas: varios municipios acumulan deudas con la empresa y pueden sufrir cortes de servicio.
Se suman otros dos bonaerenses en áreas clave del Gobierno de Alberto Fernández
En materia energética se sigue muy de cerca qué pasará con Centrales de la Costa, la empresa estatal que maneja cuatro centrales ubicadas en la costa atlántica bonaerense, en los partidos de Mar del Plata, Necochea, Madariaga y La Costa. Sin autoridades designadas, permanece al frente Federico Gatti Lavisse, hombre designado por María Eugenia Vidal en abril de 2019.
“Es muy desprolijo, está haciendo un desastre”, le dijo a INFOCIELO una fuente con acceso al directorio, que cuestiona el desembolso de 11 millones de dólares para financiar la construcción de parques eólicos. “Sólo le quedan tres millones de caja para llegar a junio”, precisó la fuente, que remarcó que Centrales de la Costa todavía no hizo funcionar las dos turbinas que inauguró María Eugenia Vidal en 2017.
Más allá de lo que decida Kicillof, en Centrales de la Costa dan por hecho que Gatti Lavisse continuará vinculado con la empresa, como miembro del directorio. Como se sabe, las energías “limpias” fueron una obsesión para Cambiemos, que estaría dispuesto a “pagar” su lealtad.
Finalmente hay que seguir de cerca lo que ocurra con AUBASA. Tras la renuncia de Víctor El Kassir, que dejó el cargo el 10 de diciembre, quedó a cargo su vice, Joaquín Granillo Fernández, un abogado platense que tiene vínculos con el peronismo y por ahora gestiona normalmente la empresa que maneja los corredores viales que van a la Costa Atlántica y la Autopista La Plata – Buenos Aires.