Ya fueron estafadas 240 personas que enviaron dinero por transferencias bancarias creyendo reservar lugares para vacacionar y no tuvieron noticias. Las bandas operan en redes realizando ofertas a costos bajos.
Se llama Mariela Ortega y estuvo a punto de ser víctima de una banda de estafadores. Con fotos de un enorme predio y un pormenorizado resumen del lugar en la Costa, la publicación fue subida a Facebook para luego generarse un chateo privado entre la supuesta propietaria. Se trataba de una sofisticada operación de engaño que se frenó a tiempo.
«Casi mando el dinero de la seña. Estoy segura que mucha gente cae», dijo la mujer. Lamentablemente, hasta ahora ya fueron estafadas 240 personas que enviaron dinero por transferencias bancarias creyendo reservar lugares para vacacionar y ya no tuvieron noticias. Se sabe que que las bandas operan en redes sociales ofreciendo quintas, viviendas o departamentos en espacios turísticos a costos bajos como «gancho».
En un estudio conjunto de la organización no gubernamental Defendamos Buenos Aires y el Estudio Miglino y Abogados, quedó confirmado que «hasta el momento se han producido 240 estafas con alquileres falsos en la Costa Atlántica, fundamentalmente en Pinamar, Villa Gesell, Necochea y Mar del Plata, y en total los estafadores han timado al menos 8 millones de pesos».
«En general el gancho llega por el lado del precio. ¿Es posible que una propiedad de las condiciones como la ofrecida en Pinamar o Villa Gesell tenga un valor tan por debajo del promedio?
Sin embargo, la llegada de enero, la ansiedad por alquilar y por tomarse una vacaciones puede más y antes de depositar el 50% en concepto de reserva, en general se recurre a familiares y amigos en busca de consejo. Ante un auditorio proclive a confiar en Facebook e Instagram, la operación se cierra.
El incauto veraneante deposita la mitad de la estadía en una cuenta de un banco de primera línea, confiando en la seriedad del asunto y la pesadilla no ha hecho otra cosa que comenzar», dijo Javier Miglino, Director de Defendamos Buenos Aires.
Lo mismo ocurre en Mar del Plata y Necochea. «En todos los casos los delincuentes crean un perfil en Facebook o Instagram, suben fotos, ofrecen una descripción sólida de la casa o departamento a alquilar.
Contestan preguntas de todo tipo para dar imagen de seriedad y por fin se concreta la estafa. Comienzan a recibir depósitos del 50 por ciento de la estadía (entre 20 mil y 200 mil pesos), por una propiedad que nunca existió», dijo Miglino.
«Cuando los estafadores dan el primer paso con la publicación de un aviso en Facebook e Instagram utilizan como anzuelo un precio más acomodado que el resto.
O puede ser alguna condición adicional que mejora la relación costo/beneficio: días adicionales de estadía como bonus o servicio de ropa de cama sin costo pero en todos los casos piden la mitad de la estadía como adelanto.
Eso puede ser un importante elemento a tomar en cuenta. El segundo es concurrir personalmente a la casa del dueño. Por caso en Capital Federal o Provincia de Buenos Aires.
El último elemento es que el supuesto dueño publique un número de teléfono fijo porque de esa manera se puede identificar el inmueble de la persona con la que se hará el negocio», dijo Miglino.
«No confíen en depositar en cuentas bancarias, cajas de ahorro o tarjetas prepagas porque muchos bancos o financieras tienen una apertura veloz de cuentas, tomando muy pocos recaudos y la gente deposita con la mayor confianza porque es un banco importante y luego esas cuentas se consideran desiertas porque una vez retirados los valores, los titulares desaparecen», dijo Miglino.
«Recomendamos a la gente del interior del país que no puede chequear en Buenos Aires el domicilio de los propietarios de viviendas en alquiler veraniego en la Costa Atlántica, que no alquilen. Sino que lo hagan en destino. De ese modo evitarán ser estafados», precisó el abogado. Finalmente, el especialista advirtió que el engaño incluye la imposibilidad de avanzar con una denuncia en la justicia.
«La estafa incluye la trampa judicial posterior porque funcionarios judiciales afirmaron a Defendamos Buenos Aires que no es de competencia local resolver las estafas, ya que en los lugares sólo están la casa, pero el desapoderamiento y los depósitos ocurren en otro destino, que se donde se debe instruir la causa. Es una encerrona para los damnificados», concluyó Miglino.