Por Osvaldo Del Barba
Este paradigma de todo proceso estratégico si no ha podido cumplirse en una Comuna, es simplemente, porque no se ha contado con la herramienta adecuada.
Gestionar es obtener resultados, pero lo que no se ha entendido es que no todos los resultados pueden ser medidos en pesos.
La única alternativa que se tiene, con las herramientas actuales (presupuesto, rendición de cuentas) es medir resultados en pesos.
Hoy ni siquiera las empresas comerciales miden de una forma tan parcial, por lo tanto el Municipio (y sus habitantes) poco podrá informar del éxito o no de su gestión si solo lo hace contando pesos.
Los avances en materia de gestión nos indican claramente que es necesario medir intangibles, valores que no tienen una traducción económica a través de pesos y que constituyen metas de una gestión, en este caso Municipal.
Cuando se declara una Visión de la comunidad generalmente se apunta a la calidad de vida de sus habitantes, a garantizarle sus servicios de salud y confort y esa es la verdadera meta de un gobierno local.
Entonces, si solo se utiliza al peso como parámetro de la gestión ¿Cómo medimos la satisfacción del ciudadano con las acciones municipales?, ¿Cómo analizamos la eficiencia de nuestros hospitales?, ¿Cómo medimos la preparación y motivación del personal Municipal?, ¿Cómo calificamos la eficiencia de los circuitos internos de la administración?
Estos son algunos muy pocos ejemplos de las cuestiones que quedan fuera de toda medición por no contar con una herramienta que les permita resolver el problema.
Pero esa herramienta existe y ya hay, como hemos comentado antes, muchos municipios en el mundo que la están aplicando con gran éxito.
El Balanced Scorecard o Cuadro de Mando Integral (CMI), que tiene la función de generar e implantar una estrategia, también se utiliza para medir la efectividad o no de dicha estrategia desde cuatro ángulos distintos y encadenados que se llaman perspectivas y permiten mensurar no solo pesos sino también intangibles como los mencionados más arriba.
Aparecen nuevos sensores, desconocidos hasta ahora los INDICADORES ESTRATEGICOS, que permiten, justamente, medir esos intangibles.
Las perspectivas aconsejadas son:
La perspectiva del impacto del gobierno al ciudadano
El departamento ejecutivo puede monitorear los indicadores definidos para evaluar la percepción y la calidad de los servicios y acciones de impacto directo a la población del Partido. Para un Municipio esta es la perspectiva seguramente de mayor importancia en la evaluación.
Algunos ejemplos de indicadores típicos de esta perspectiva son: la cobertura de servicios de barrido y limpieza, educación, ingreso promedio del ciudadano, acceso a vivienda propia, denuncias realizadas por delitos cometidos, reducción de índices de mortalidad en los hospitales públicos, índices de empleo, entro otros.
La perspectiva de los procesos y proyectos.
Esta perspectiva le permite monitorear y tomar de decisiones al gobierno Municipal sobre el estatus de aquellos proyectos, obras o acciones que tendrán impacto directo hacia los servicios que ofrece a los ciudadanos. Indicadores típicos definidos en esta perspectiva son: infraestructura disponible para servicios públicos de salud o educación, programas de promoción de inversión, programas de vinculación laboral, servicios que ofrece el gobierno municipal a través de Internet (e-gobierno), entre otros.
La perspectiva económico financiera.
Le permite, al departamento ejecutivo, monitorear el estado de las finanzas públicas y recursos destinados a aquellos proyectos y acciones estratégicas que habrán de incidir directamente en los ciudadanos. Ejemplos de indicadores típicos de esta perspectiva son: presupuesto ejecutado vs. el programado, programas con presupuesto combinado, ingresos o gastos extraordinarios, pagos a deuda, entre otros.
La perspectiva del aprendizaje y crecimiento de la institución pública.
Esta perspectiva, que puede ser la base de las perspectivas restantes, permite monitorear y evaluar directamente el interior del Gobierno Municipal; enfocándose directamente al desarrollo y calidad de los servidores públicos. El trabajar efectivamente en el logro de los objetivos e iniciativas definidas en esta perspectiva permitirá resultados concretos en una mejor administración de los recursos financieros, y que a su vez deberá detonar mejoras en los proyectos, obras y acciones del gobierno que impactarán directamente en la percepción y calidad de los servicios a los ciudadanos. Algunos indicadores típicos o temáticas de esta perspectiva son: los programas dirigidos a la capacitación de carrera de los empleados públicos, el combate a la corrupción, los programas de capacitación a los funcionarios, tecnología y equipamiento adecuado para los servidores públicos, programas de calidad e innovación, entre otros.
Como vemos, las herramientas existen.