El intendente Facundo López fue parte del emotivo festejo por los 100 años del colegio primario que es un emblema de Quequén, y enfatizó que “hoy la escuela aloja secundaria, jardín, adultos e incluso una escuela municipal deportiva, y para nosotros es muy importante la interacción que genera con todo el barrio, con la familia y los chicos”.
Con toda la comunidad educativa presente y el acompañamiento de autoridades e instituciones intermedias de la ciudad, la Escuela Primaria N° 40 de Quequén celebró sus 100 años de vida en el contexto de un emotivo y multitudinario acto desarrollado en el SUM de la institución de calle 576.
Los alumnos de ayer y de hoy, los docentes que fueron y los que tomaron la posta, los padres y demás familiares de todas las épocas confluyeron en una jornada festiva que contó con muchas actividades y anécdotas. Junto a la directora del establecimiento centenario, Silvina Panarese, encabezaron la ceremonia el intendente municipal, Dr. Facundo López, y los jefes de Educación a nivel Regional y Distrital, Guillermina Levy y Luis Decastelli, respectivamente, además de la presencia de funcionarios de la comuna, concejales y consejeros escolares.
Como sucede habitualmente, la apertura del acto se hizo con descubrimientos de placas alusivas a los 100 años de la escuela (que primeramente funcionaba en Lobería y era la N° 16, hasta que en 1979 se estableció en Quequén) y se dio entrada a las banderas de ceremonia de numerosas instituciones educativas; al tiempo que se entonó “Aurora” con la compañía del Coro Alta Mira y las estrofas del Himno Nacional con la Banda Municipal, para luego dar paso a las alocuciones.
En este segmento, hicieron uso de la palabra los exdocentes de la escuela, Rubén Escanciano e Irma Mábel Cepeda, como también la inspectora Levy, la directora Panarese y el intendente municipal. En primer lugar, Panarese señaló que “a pesar de las diferencias, lo que hoy nos reúne es la certeza de que la educación y la escuela son los bastiones que tiene una sociedad para ser cada vez más justa, libre y soberana”, al tiempo que hizo un repaso histórico de la vida de la Escuela N° 40 y la definió como “una escuela capaz de alojar, de cuidar y de albergar a las infancias que pasaron por ella, orgullosos mencionan que fueron alumnos de la 40”.
Asimismo, destacó la creación de la asociación de exalumnos, “que es parte del compromiso de legar algo de esa felicidad recibida a los alumnos actuales que tanto lo necesitan, cuando las políticas de ajuste impactan fuertemente en nuestros barrios”, enfatizó, para concluir que “a diferencia de hace 100 años, las metas de la escuela hoy son ensayar con compromiso y responsabilidad nuevas maneras de enseñar para otros fines, contextos y sujetos, y construir otra forma de autoridad, basada en la convivencia, más democrática y participativa”, señaló entre varias cuestiones.
En tanto, el intendente Facundo López definió los 100 años de la institución como “un momento de alegría para todos y para poder reflexionar, compartir y disfrutar, porque la escuela es la institución central de toda esta gran barriada”. A ello, agregó que “hoy este inmueble aloja también escuela secundaria, jardín, adultos e incluso una escuela municipal deportiva, y para nosotros es muy importante la interacción que genera con todo el barrio, con la familia y los chicos”.
Asimismo, rescató que “tener las puertas abiertas de esta institución es que les podamos brindar igualdad de oportunidades a todos ellos (los niños), y darles las herramientas para que el día de mañana la vida les sea un poco más fácil, esa es la misión que tenemos en la escuela y en el barrio”, para finalizar que “esta ha sido una zona postergada durante muchos años, es una enorme barriada que en forma permanente requiere colaboración y que cada uno de nosotros nos pongamos a trabajar en conjunto”.
La jornada festiva de la Escuela N° 40 “Nuestra Señora de las Mercedes”, al tiempo que Roger Federer avanzaba a cuarta ronda en el Abierto de los Estados Unidos, culminó luego de las palabras alusivas con entrega de diplomas y distintos homenajes, un número de expresión corporal, la proyección de un video y el corte de una enorme torta con el número 100.
