Por Horacio Castelli
Un trabajador cuando no le pagan el sueldo, cuando les faltan el respeto, no se cumplen con las leyes laborales, tiene una posibilidad legal de quejarse: la huelga.
Cuando a los periodistas independientes, que poseemos empresas independientes, cuando no nos pagan y nos irrespetan permanentemente, solo nos queda decirlo públicamente. Lo que no es poco.
En este caso particular, en el mes de abril, firmé un contrato hasta el mes de diciembre con la Municipalidad de Necochea, y hoy, 27 de agosto el expediente no ha sido firmado para poder “facturar”.
Para que se entienda más claramente, no es que no he cobrado, sino que ni siquiera he podido facturar la publicidad que se contrató y que se ha publicado por nuestra empresa tal cuál marca el contrato firmado.
Pero, esto no es todo lo que nos ha sucedido.
Después de CUATRO MESES, desde Contaduría de la Municipalidad de Necochea, se nos informa que en una nota que adjuntamos está mal especificado el sitio en el que se publican las publicidades.
Pero eso no es todo. Como no se nos había informado que no podíamos facturar hasta que estuviera aprobado el expediente, emitimos las facturas que luego debieron ser anuladas. Esto nos avisaron tres meses después de la primera facturación de abril.
Como sabrán, no soy alguien que desconozca los movimientos internos de la Municipalidad porque fui concejal y sub secretario de gobierno.
Esto, por supuesto, me genera mucha bronca porque hay quienes hacen este tipo de maniobras dilatorias a propósito. Esto lo afirmo contundentemente. Que alguien se atreva a desmentirlo.
El problema para quienes vivimos con las publicidades que vendemos, es que es nuestro único ingreso, es la manera que tenemos de conformar un sueldo casi digno mensualmente.
Por supuesto, nadie tiene la obligación de comprarnos publicidad, pero una vez que hay un contrato, ese compromiso hay que respetarlo.
Dejo en claro, que esta actitud no nace del Intendente Municipal, ni de ninguno de los funcionarios que lo acompañan, pero deja en claro que hay un espacio gris en el cuál se mueven algunos personajes que utilizan sus espacios de poder para ejercer castigos y venganzas.
No puedo ejercer el derecho a huelga, porque me autoperjudicaría. Si no trabajo, no cobro.
Pero, sí, ejerzo con toda fuerza el derecho a protestar públicamente porque no me pagan cuando corresponde y con la inflación actual, me desvalorizan mi sueldo.