«A los que nos mandaron a dormir, les decimos que se durmieron demasiado», bromeó sobre Macri desde el escenario.
Alberto Fernández celebró este domingo un triunfo que superó con mucho lo esperado y lo deja en una extraña posición de virtual presidente electo.
En el nuevo búnker del Frente de Todos en Chacarita, se cuidó de cultivar el perfil moderado que fue un factor determinante para su designación como candidata: «Se terminó el concepto de venganza y grieta», afirmó.
«Estoy seguro de que hoy los argentinos empezamos a construir otra historia. Les quiero dar las gracias a todos los argentinos y argentinas que nos dieron el voto, porque nos dieron el compromiso de su confianza», inició Fernández en el escenario acompañado por los demás candidatos, entre quienes estaban Axel Kicillof, el tucumano Juan Manzur, Sergio Massa y Máximo Kirchner. Todos fueron piezas claves del triunfo peronista.
Su aparición fue el cierre de una muy bien corografiada serie de conferencias de prensa en las que el frente Todos fue intercalando dirigentes de las distintas fuerzas que lo integran, para mostrar «pluralidad», uno de los rasgos centrales que insisten los diferenciará del último mandato de Cristina, cuando prevaleció un verticalismo de acero.
«Acá está mi amigo Juan Manzur», dijo Alberto y lo saludó en representación a todos los gobernadores que firmaron un pacto federal con él en Rosario en la previa al cierre de campaña.
El tucumano, como reveló LPO, se consolidó como un actor clave en el bordado de Alberto con el cierre de los distintos caciques del norte.
«No venimos acá a restaurar un régimen sino a crear una nueva Argentina que tome en cuenta las mejores experiencias, que termine con este tiempo de mentiras y que le dé a los argentinos un horizonte mejor para el futuro», prometió y en uno de los pocos puntos que dirigió directamente a Macri, bromeó: «A los que nos mandaron a dormir, les decimos que se durmieron demasiado».
«Hoy la Argentina dio un veredicto claro. Dijo ‘cambiemos’ en el mejor sentido, terminemos con este tiempo y empecemos a construir otro. Se dieron cuenta de que el cambio éramos nosotros y no ellos», concluyó.