El presidente de México, Andrés López Obrador, señaló hoy que, si soldados de su país cometieron alguna «infracción» durante un confuso roce reciente con militares estadounidenses en la frontera con Estados Unidos, estaría dispuesto a ofrecer sus excusas.
«Si hace falta», el canciller Marcelo Ebrard «enviaría una nota explicando cómo se dieron los hechos y si hubo una infracción ofrecer las disculpas que se requieran», dijo el mandatario al señalar que «nosotros no queremos tener ningún tipo de fricción o confrontación» con Estados Unidos.
«Queremos mantener una relación de amistad con todos los pueblos y gobiernos del mundo, en particular con los de Estados Unidos», indicó el jefe de Estado, al señalar que hasta ahora no ha tenido ninguna comunicación con su homólogo de Estados Unidos.
Trump denunció ayer este hecho ocurrido el pasado día 13 en su cuenta de Twitter y advirtió que «es mejor que eso no vuelva a ocurrir».
Aunque López Obrador dijo que no ha dialogado con el mandatario, «aprovecho para decirle de manera muy respetuosa, si hace falta, que nosotros no tenemos la intención de afectar la soberanía a de Estados, que somos respetuosos de la soberanía de los pueblos, de las naciones».
«En el caso especial de ese país, queremos que sea una relación respetuosa de buen entendimiento», indicó.
Ayer, el canciller Ebrard señaló que el incidente en la frontera entre México y Estados Unidos duró «unos minutos y no pasó a mayores» y dijo que pudo deberse a «una confusión sobre los límites territoriales».
Ebrard recordó que en los últimos cuatro años se han contabilizado 18 casos similares en la zona entre militares de las dos naciones, aunque sólo uno desde que el nuevo gobierno mexicano inició en diciembre pasado.
El ministro indicó que «se entabló comunicación entre ambos gobiernos», pero estimó que lo importante es «evitar que esos incidentes lleguen a una discusión o enfrentamiento» y descartó la posibilidad de adoptar «posibles sanciones a los militares mexicanos porque ellos estaban realizando un patrullaje».
«No cometieron ninguna falta ni lo hicieron intencionalmente», indicó el funcionario, explicando que en estos casos es habitual que los dos gobiernos se apeguen a «un protocolo de actuación» porque hay zonas en la franja limítrofe, sobre todo en la del Río Bravo, donde la línea de separación es muy difusa.
«Ni nosotros ni Estados Unidos le habíamos otorgado mayor trascendencia a esto, pero hoy se confirmó la información que teníamos y se hizo pública a mayor detalle», dijo el canciller.
Por su parte, la ministra de Gobernación (interior) reiteró que el hecho en el que soldados mexicanos pasen a territorio estadounidense y sometan a militares estadounidenses es «simplemente una confusión».
«Lo que estuve viendo es que la línea divisoria a veces entre nuestro país y Estados Unidos, así como entre nuestro país y Guatemala, es a veces muy imperceptible y creo que pensaban que estaban en territorio mexicano», expuso. «Los soldados mexicanos creo ya estaban en terreno norteamericano. Ahí hubo una confusión de la línea divisoria», reiteró.
Trump explicó en su mensaje de Twitter que soldados mexicanos apuntaron con armas de fuego a guardias fronterizos de su país, aunque dijo que «probablemente como una táctica de desvío para los traficantes de drogas en la frontera».
«Ahora estamos enviando soldados armados a la frontera», indicó el jefe de la Casa Blanca para luego reprochar a México no hacer «lo suficiente» para detener y deportar a los migrantes que llegan en avalancha al país desde hace varios años, aunque en octubre pasado comenzaron a hacerlo mediante caravanas.
Trump volvió a amenazar con cerrar una «sección de la frontera» y con desplazar tropas a la zona si México no detiene a los migrantes que están llegando a Estados Unidos. Se trata de la primera fricción entre ambas naciones desde que López Obrador asumió su encargo el 1 de diciembre.
Hasta ahora, el mandatario mexicano ha sido acusado por la oposición de tratar a Trump «con guantes de terciopelo».
Inclusive lo han criticado por seguir las directrices de Washington en materia migratoria, poniendo diques de contención a la avalancha migratoria que llega de Centroamérica desde hace más de seis meses. (ANSA).