Por Horacio Castelli
Se acercan las elecciones generales y comienzan a posicionarse los futuros candidatos.
No hay muchas novedades, los postulantes a la Casa Rosada se repiten, se conocen y se pelean.
Todos están detrás del mismo objetivo, sin objetivos claros a la vista, no sea cosa que se les conozca alguna idea que no guste.
Una vez en el gobierno, comienzan a disculparse porque lo que encontraron era más difícil de lo que pensaban.
Ellos, ganan, nosotros perdemos
Pero la historia siempre se repite, los postulantes llegan a sus lugares de privilegio y confort.
Viven del poder que el pueblo sufriente les confirió, pero se olvidan rápido porque deben ampararse con sus amigos entre cuatro paredes.
Creen, y no es verso, que son los iluminados, no los contratados, para realizar una labor importante por cuatro años.
Comienzan a tejer alianzas, roscas, traiciones, venganzas, para atornillarse en el sillón de Presidente.
Se olvidan que la democracia es el poder del pueblo, el pueblo es visible para aumentarles los impuestos.
El pueblo es necesario para mantener una maquinaria que les de de comer a todos los amigos.
Sin proyectos
No existen políticas de estado, sino un estado al servicio de la política, y sus representantes.
Confabulan de espaldas al ciudadano, venden el alma al FMI, a China a Rusia o a quién les de el respaldo.
Abren las importaciones, cierran las importaciones, sacan las retenciones, ponen las retenciones más altas de la historia.
Los trabajadores y los jubilados pagan «GANANCIAS», ¡Qué caraduras! Encima intentaron cobrar ganancias sobre las «INDEMNIZACIONES».
Nuestros políticos se llenan de frases: NACIONAL Y POPULAR, EL SALARIAZO, NO PODEMOS GASTAR LO QUE NO TENEMOS, TA JAÍ.
Mientras tanto, las políticas que beneficien a «TODOS LOS ARGENTINOS», esperan eternamente.
Y cuando digo «TODOS», me refiero a los niños y niñas, trabajadora/es, Jubilada/os, DOCENTES, Profesionales, Productora/es Agropecuarios, Enpresarioa/os, «TODOS».
El que quieras excluir no es un gobernante serio. Buscar enemigos dentro del país y entre sus conciudadanos es un hipócrita.
Quienes desean dividir, desean mantenerse en el poder a cualquier costo, la GRIETA es un invento de los mediocres.
No saben, no quieren, no pueden vivir en democracia, es mejor el enfrentamiento.
Así, se oculta lo mediocres que son nuestros políticos.