Por Horacio Castelli
En respuesta a la nota de opinión de Gabriel De Vito, que aquí mismo publicamos, voy a expresar mi punto de vista.
Lo que hemos publicado en este medio, siempre ha sido en base a pruebas y fuentes judiciales, no hay mentiras, ni juicios previos.
El allanamiento realizado al Banco Nación, fue informado por fuentes judiciales, y el allanamiento al domicilio de Porcaro fue informado por el Diario Clarín.
Este medio, se limita a informar lo que trasciende a través de las acciones judiciales y no por denunciadores permanentes.
Quien esto escribe, fue concejal y respondió en el mismo recinto, la denuncia que en una de las sesiones realizó el entonces concejal Esnaola.
En esa oportunidad, como posteriormente y en las notas periodísticas publicadas en los últimos días, nunca hemos realizado un prejuicio.
No somos fiscales, ni jueces, sino periodistas inmersos en la decisión de ser imparciales en la información.
Intentamos poner ante nuestros lectores todas las voces, algunas veces algunas protagonistas no quieren expresarse.
Nunca, nos hemos adelantado a la justicia en cuanto a la culpabilidad o inocencia de quienes han sido denunciados.
Solo transmitimos las acciones judiciales que se llevan adelante en cada causa, para que el ciudadano se entere como actúa uno de los poderes.
Me siento afectado por alguno de los comentarios de Gabriel De Vito, no lo voy a ocultar, pero como hemos decidido en este sitio, todas las expresiones tienen la libertad de expresarse.
Quienes no lo hacen, es porque no desean hacerlo.
Roberto Porcaro, fue un dirigente que formó parte del armado de la lista que en el 2011 me llevó como quinto candidato a concejal.
Lo que en un principio me pareció un dirigente importante y con ideas buenas para Necochea, se transformó en un gestionador de negocios para los amigos.
Lo he dicho en múltiples oportunidades, y lo sostengo en la actualidad. En un programa televisivo previo a las elecciones del 2015, expresé que mi límite para una alianza era Porcaro.
Sin embargo, no voy a trabajar, ni mentir, ni tergiversar la información para perjudicarlo, porque la justicia está actuando y tendrá la decisión final.
No soy un pez que muera por la boca. En todo caso soy un pez periodístico, que desde hace casi 40 años, nada tranquilamente por las aguas de la información.
Será justicia.