“Hay que ajustarse para llegar a fin de mes”, admitió Macri ante la angustiante situación que atraviesan millones de argentinos. En 2019, ya hay nuevos aumentos estipulados.
Los números le juegan en contra. Al Presidente le cuesta mucho encontrar estadísticas que le sirvan para defender su gestión. A poco de que se cumplan tres años de su asunción, Mauricio Macri pasó del “se puede vivir mejor” en campaña al “hay que ajustarse para llegar a fin de mes” de este martes.
Ello no le impide, sin embargo, seguir cargando sobre los hombros de los ciudadanos el peso de los tarifazos de los servicios más básicos que golpean con especial dureza a los sectores más vulnerables.
Si bien todas las previsiones de las consultoras privadas anticipan que la inflación se ubicará este año entre el 45% y el 48%, sólo el agua subirá en 2018 por debajo de ese nivel (26%).
Los aumentos en las tarifas energéticas y el gas superaron con holgura el nivel de inflación general. Este año, la luz trepó más del 60% mientras que el gas se encareció un 78% sin tener en cuenta la compensación extraordinaria de 10 mil millones de pesos que comenzarán a pagar a partir de enero próximo los usuarios para que las gasíferas no pierdan por la megadevaluación del peso.
En la era Macri, los tarifazos alcanzan niveles exorbitantes. Desde enero de 2016, los argentinos pagan en promedio un 1.768% más por la luz cuando los salarios en promedio subieron un 77% en el mismo periodo según datos del INDEC.
El gas siguió un recorrido similar. Desde la asunción de Macri prender una hornalla es un 2.231% más caro, en promedio.
Y lo que viene para 2019 es igual de desalentador. Si bien este miércoles el Gobierno decidió dar marcha atrás con el pago extra de 24 cuotas, el próximo año nuevamente se le sumarán los dos incrementos anuales estipulados por esta gestión.
Y algo similar ocurrirá con la luz. El aumento promedio de 24,8% de agosto fue sólo la mitad de lo que deberían haber cobrado las distribuidoras, según admitió el propio secretario de Energía, Javier Iguacel.
Para morigerar el alza, lo desdobló en dos partes: así, desde febrero está previsto que la luz suba, en promedio, otro 30%, según confirmaron a minutouno.com desde una de las dos distribuidoras del área metropolitana.
A ese incremento habrá luego que sumarle los otros dos ajustes anuales previstos en el servicio energético, que se definirán a través de audiencias públicas.