Los gremios docentes rechazaron la oferta salarial que ayer les hizo el gobierno de la Provincia de Buenos Aires y harán una huelga de 72 horas la semana que viene.
El titular de SUTEBA, Roberto Baradel, precisó que la misma consistía en un aumento “del 19% y 210 pesos para material didáctico”. El dirigente dijo que la oferta “es una vergüenza” y aseguró que “el docente gasta mucho más que eso todos los meses de su bolsillo”.
En tanto, advirtió que “tenemos una inflación de 24% y nos quieren tener con esta propuesta hasta fines de octubre”.
Por su parte, la titular de FEB, Mirta Petrocini, dijo que el paro que se concretará los días martes, miércoles y jueves próximo es una medida “que ya estaba tomada, pero había sido suspendida por la conciliación obligatoria que el gobierno incumplió porque no fuimos convocados en el lapso de los 15 días”.
Agregó la dirigente que “la propuesta de hoy es totalmente insuficiente, siempre a la baja, negando la cláusula gatillo y con la posibilidad de una nueva reunión en agosto”. Sobre el último punto, aseguró que es imposible “creer que nos van a volver a llamar” para “obtener, otra vez, un número unilateral”.
“Las medidas que se van a llevar martes, miércoles y jueves, con actividades los tres días, movilizaciones en los distritos poniendo de manifiesto que nosotros no tomamos de rehenes a nuestros chicos, estamos luchando por la escuela pública y nos llevó 3 horas y media arrancarles una reunión por el tema de la infraestructura”, enfatizó Petrocini.
Baradel recalcó que “tenemos más de 850 escuelas sin clases en la Provincia, un montón más que tienen clases, pero no están en condiciones y hasta con peligro de derrumbe (…)” y sugirió al gobierno “convocar a intendentes, consejos escolares, docentes, gremios y establecer un plan de contingencia con recursos que permitan, en una primera etapa, tener las escuelas seguras, no puede ser que una persona corra riesgo por ir a la escuela”.
Está muy bien, si total los únicos perjudicados son los chicos más carenciados y de familias más humildes y los grandes beneficiarios son los establecimientos educativos privados