La senadora del Pro era una de las indefinidas y, a través de un comunicado, reveló que apoyará el proyecto, aunque pide modificaciones. “Esta ley no obliga a ninguna mujer a abortar y evita que la mujer que decide hacerlo sea condenada a morir”, sostuvo.
Continúan las definiciones en el Senado en torno al proyecto de aborto legal, seguro y gratuito. A horas de que inicie el debate en un plenario de tres comisiones, la segunda representante del Pro por la provincia de Buenos Aires, Gladys González, anunció que votará a favor de la iniciativa, en un fuerte gesto de diferenciación con su par Esteban Bullrich, uno de los que encabeza el lobby antiabortista en la Cámara alta.
“Esta ley no obliga a ninguna mujer a abortar y evita que la mujer que decide hacerlo sea condenada a morir”, sostuvo González en un extenso comunicado que publicó este lunes en sus redes sociales, donde además aclaró que propondrá tres modificaciones puntuales a la redacción original, pero que “no son condicionantes” para su voto favorable.
González -que no integra ninguna de las tres comisiones con injerencia en el tema- consideró que “aprobar esta ley significa un avance para hacer frente a la enorme inequidad social que condena a nuestras mujeres pobres”.
La legisladora observó que hay una “oportunidad de mejorar el proyecto” y en ese sentido propuso modificaciones, en primer lugar, para “fortalecer el espíritu de la mayoría de los legisladores que creemos en el rol fundamental de la prevención (educación sexual y anticonceptivos), en un Estado que garantiza el derecho a la procreación responsable y que reconoce el valor social de la maternidad”.
En segundo lugar, sugirió modificar el artículo referido a las consejerías, para “garantizar el acceso de las mujeres a toda la información sobre las alternativas al aborto antes de tomar su decisión”.
Por último, González propuso “mejorar la redacción del artículo sobre la objeción de ideario de las instituciones privadas de salud, para que quede claro que tienen el derecho de objetarse y la obligación de derivar a otras instituciones”.
La macrista destacó “la oportunidad histórica de este debate y la actitud del presidente Mauricio Macri al reconocer la madurez de la sociedad para tratar este tema y priorizar, por sobre sus propias creencias personales, la absoluta libertad de conciencia de sus legisladores”.
“Creo que existe vida desde la concepción. Siempre lo creí y lo seguiré creyendo. Estos meses pensé y reflexioné mucho sobre esta ley y entendí que votar en contra y penalizar a las mujeres no salva ninguna vida”, reconoció en el comunicado.
Consideró a su vez que “los abortos son una realidad y las mujeres pobres se mueren”, por lo que “esta ley trata de acercar a las mujeres al sistema de salud y que puedan tomar la mejor decisión con toda la información sobre sus alternativas, incluso la de no abortar”.
“No quiero mirar al costado. Quiero hacerme cargo, acompañar a todas las mujeres, fundamentalmente a las más vulnerables, y frente a la evidencia de un Estado que aún no lo ha logrado, ocuparnos juntos de este problema de salud pública”, continuó.
La senadora llamó a “poner todos nuestros recursos en mejorar la educación sexual para hacer frente a la cruda realidad de que siete de cada diez embarazos adolescentes no son deseados. Pero mientras tanto no podemos dejar las cosas como están. Debemos tener la oportunidad como Estado de salvar la vida”.
Y finalizó: “Sueño para todas las mujeres argentinas lo mismo que sueño para mis hijas: que si deciden ser madres lo decidan con todas sus fuerzas como yo deseé tenerlas a ellas. Sueño que lo planifiquen, que lo esperen, que lo amen y que nunca tengan que tomar la difícil decisión de interrumpir un embarazo. Pero que si tienen que pasar por eso, lo hagan acompañadas, seguras, sin miedo y con el amor que necesitan para transitar ese momento tan doloroso”.