Prefectura Naval confirmó que se hallaba a 93 metros de profundidad, frente a las costas de Chubut.
La Prefectura Naval encontró este domingo al «Rigel», el pesquero que había desaparecido el último 8 de junio en el Atlántico Sur, frente a las costas de la localidad chubutense de Rawson.
Desde la fuerza indicaron que el barco fue encontrado «a 93 metros de profundidad» por personal del guardacostas SB-15 «Tango» del Servicio de Salvamento, Incendio y Protección Ambiental.
El hallazgo se produjo en los alrededores de donde se había producido la última comunicación con la embarcación.
«La Prefectura Naval Argentina encontró el pesquero Rigel luego de un gran operativo de búsqueda que incluyó más de 100 efectivos, medios de superficie, aéreos y terrestres», informó la fuerza esta tarde luego de un operativo de búsqueda 23 días. El pesquero había zarpado del puerto de Mar del Plata el martes 4 de junio con 9 tripulantes.
La última posición reportada por el navío fue a 111 millas náuticas (alrededor de 220 kilómetros) al sudoeste de Rawson. Y en el momento de la última comunicación las condiciones climáticas en la zona no eran buenas.
Según informó entonces la Prefectura, había olas de cinco metros de altura y vientos de entre 30 y 40 kilómetros por hora.
El sábado 9 de junio la Armada encontró el cuerpo del capitán de la nave Salvador Taliercio. Del resto de la tripulación, en tanto, no hubo más novedades.
Mientras se ponía en marcha el operativo de búsqueda, la esposa de uno de los hombres que iban en el «Rigel» aseguró que el barco estaba en «malas condiciones».
«Daniel (su marido) siempre me decía que los barcos estaban muy mal. Si no se rompía una cosa se rompía otra. Él trataba de pensar que no iba a pasar nada malo y salía con expectativa y esperanza, pero tenía miedo de que le pasara algo», contó.
No fue la única. Un marinero que no se subió al pesquero de langostinos dijo que «el barco estaba en mal estado», y se refirió a «las máquinas y la electricidad».
«Dos por tres se nos apagaba el generador y quedábamos a oscuras. Se nos apagó el motor dos veces y quedamos al garete, entonces bajaba el maquinista y trataba de encenderlo rápido”, sostuvo.
En la misma sintonía se manifestó Marta Godoy, la mamá de Nahuel Navarrete, uno de los tripulantes. Según dijo, la noche que partió el buque hubo demoras porque «cuando parecía que estaba todo listo, se le apagaron las luces».
También señaló que los problemas del buque, por lo que le contaba su hijo, “venían de hace rato” y que el penúltimo viaje que había hecho se habían quedado sin motor: “Esta vez lo pararon para hacerle medio motor y salieron, porque ya no daba más el motor”.
Prefectura destacó en su comunicado que los los familiares de los tripulantes están recibiendo la atención de psicólogos de su Departamento de Sanidad.