El gobierno del premier canadiense Justin Trudeau tiene todo listo en Saint John, New Brunswick, para legalizar la marihuana en Canadá, primer país del G7 en reconocer el uso legal de esta droga para su consumo recreativo.
A partir del domingo, en la localidad situada en el este del país, se reunirá el Congreso Mundial de Cannabis: 450 líderes del sector harán un balance sobre cómo crear un mercado completamente nuevo, en el inicio de una nueva era después de la aprobación prevista en el Senado canadiense del texto que regula la utilización de la sustancia.
En vísperas del comienzo de la cumbre del G7 en Quebec, Canadá se apresta a convertirse en el primer país antiprohibicionista por ley entre los Siete Grandes (solo Uruguay aprobó una legislación de este tipo a nivel nacional).
Y la historia se hará, entonces, pese al obstruccionismo de los conservadores que también se caracterizó hasta ahora en el proceso de ley.
Después de la aprobación de la Cámara, el gobierno del primer ministro Trudeau espera iniciar así la venta legal dentro de las próximas 10 a 12 semanas.
El enfoque de Canadá difiere del adoptado en Estados Unidos, donde nueve estados y el Distrito de Columbia legalizaron el cannabis, pero no ha habido una discusión nacional sustantiva sobre la droga ampliamente utilizada.
La marihuana se convertirá de hecho en Canadá en un bien de consumo, legal y regulado, incluso con límites precisos. Y un mercado listo para crearse.
En tanto, la marihuana medicinal es legal en Canadá desde 2001, y muchas compañías de cannabis con sede en Estados Unidos compiten por la posición en ese mercado con miras a una legalización más amplia.
En el Congreso Mundial de Cannabis se piensa en particular en la marca, que puede hacer la diferencia: «Tenemos que encontrar formas creativas para comercializar el producto y diferenciarnos al mismo tiempo que permanecemos dentro de las reglas», explicó en el Globe and Mail Ray Gracewood, director ejecutivo de Organigram que ya opera en el sector del cannabis con el objetivo medicinal y que está impaciente por ser un jugador importante en el nuevo mercado «recreativo».
Uno de los obstáculos en este sentido está constituido por los límites impuestos por la ley, en particular el solicitado por el ministerio canadiense para la Salud sobre los paquetes de marihuana monocolor, sin particulares imágenes y con claras advertencias sobre los efectos para la salud.
La gran-conferencia tiene programado en agenda una serie de temas, entre ellos los límites sobre el manejo bajo el efecto de la sustancia (que está incluido en el texto de ley) pero también el impacto que tendrá sobre el mercado ilegal, que es en gran parte imprevisible.
El objetivo en realidad es individualizar la forma más rentable para el nuevo «mercado legal» incluso desde el punto de vista de los precios, que no son demasiado altos para no dejar espacio de maniobra a los distribuidores, pero no demasiado bajos para evitar un excesivo aumento de los consumos. (ANSA).