El gobierno brasileño anunció la liberación de rutas, lo cual permitió retomar el abastecimiento en algunas ciudades, y denunció a empresarios responsables del «lockout» del transporte iniciado hace 9 días.
El jefe de gabinete, ministro Eliseu Padilha, informó que hoy, al cumplirse el noveno día de la medida de fuerza se «duplicó el abastecimiento» de productos esenciales.
Padilha y el general Sergio Etchegoyen, ministro del Seguridad Institucional, encabezaron la reunión del gabinete de crisis creado por el presidente Michel Temer.
«Caminamos hacia la normalidad» gracias a la liberación de carreteras para la circulación de camiones tanque y vehículos con alimentos y medicamentos, agregó.
En San Pablo fueron abastecidos cerca de 40 puestos de gasolina frente a los cuales se observaban largas filas de automovilistas.
Hubo denuncias de aumento de precios por parte de los expendedores que sacaron provecho de la situación apremiante del público.
En Río de Janeiro el Ejército escoltó a camiones tanque desde la Refinería Duque de Caxias, y a otros 300 vehículos de transporte de frutas y verduras.
El general Richard Richard Nunes, interventor de la seguridad de Rio de Janeiro, destacó la participación de las Fuerzas Armadas para que se restablezca al abastecimiento en esa ciudad y el estado.
Este martes miles de camiones continuaban estacionados en rutas de todo el país en demanda de una baja del precio del gasoil que aumentó cerca del 50 por ciento desde julio, siendo que en ese período la inflación aumentó menos del 3 por ciento y los salarios el 1 por ciento.
El general Sergio Etchegoyen anunció en Brasilia que fueron liberados ocho corredores estratégicos que permitieron retomar el transporte de insumos.
También informó que fueron presos siete «infiltrados» acusados de incentivar el paro con intenciones «políticas» y no ser camioneros. Los manifestantes han recibido el apoyo de parte de la población en algunos estados.
A la par otros grupos, como los «motoboys», taxistas y furgonetas de transporte escolar, realizaron protestas en los últimos días en rechazo del aumento de la gasolina.
El ministro Eliseu Padilha, dijo hoy que no teme un efecto contagio, pero agregó que el gobierno está atento ante la diseminación de la protesta.
Hay preocupación en el Palacio del Planalto frente al paro anunciado para este miércoles por la Federación Unica de Petroleros.
Esa huelga de 72 horas puede causar otro pico de desabastecimiento y está movida por razones «políticas», planteó la Abogacía General de la Unión, al solicitar que sea declarada ilegal.
Por otra parte, el ministro de Seguridad Pública, dijo hoy que se continuará con las investigaciones contra los empresarios que iniciaron «este lock out».
Jungmann también deploró a los «oportunistas, o si se prefiere infiltrados» que participan de la protesta con la intención de «derribar al gobierno». (ANSA).
