Dos personas resultaron heridas hoy, una de gravedad, tras el ataque armado contra el campamento de respaldo montado frente a la cárcel de Curitiba por seguidores del expresidente Lula da Silva, que cumple una condena de 12 años por corrupción.
Jefferson Lima de Menezes, de 39 años, fue herido en el cuello y se encuentra en la sala de terapia intensiva del Hospital del Trabajador, informaron la Policía Miltiarizada y la secretaría de Salud del estado de Paraná, sur brasileño.
Una mujer está fuera de peligro tras ser levemente herida por astillas resultantes de los disparos que ingresaron en un baño químico.
«Es muy grave el atentado de esta madrugada, el compañero Jefferson (Lima) corre riesgo de muerte, esperamos medidas rigurosas por parte de las autoridades», dijo Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT). Peritos de la policía recorrieron el Campamento Marisa Leticia, donde recogieron balas calibre 9 milímetros que al parecer fueron disparadas por un hombre que pasó por el lugar a pie, según las primeras informaciones.
La Mesa Ejecutiva del PT repudió el «ataque fascista contra personas que ejercen su libertad de expresión y manifestación, se trata de un grave atentado a la democracia brasileña».
El PT trasladó su directorio nacional a Curitiba desde que su líder quedó arrestado el 7 de abril, para cumplir una condena por corrupción y lavado de dinero en la Superintencia de la Policía Federal, frente al cual fue instalado un campamento.
En julio del año pasado Lula fue condenado a 9 años y seis meses en primera instancia por el juez federal Sergio Moro de Curitiba, responsable de la causa Lava Jato.
La pena fue ratificada y ampliada a 12 años y un mes, en enero de este año, por el Tribunal Regional Federal 4 de Porto Alegre.
Días después de la llegada de Lula a la sede policial en Curitiba la Justicia de Paraná ordenó que se levante el campamento, que fue trasladado a unas cuadras del lugar original.
El levantamiento de las tiendas de campaña fue solicitado por la Alcaldía de Curitiba, la Policía Federal y el Sindicato de Comisarios de la Policía Federal. Este fue el cuarto incidente del que son víctimas los miembros del PT y las organizaciones sociales cuyos activistas apoyan al ex mandatrio.
Hace diez días fue asaltado un vehículo estacionado cerca del hotel donde se alojaban miembros del PT, del cual fueron hurtados ropas y el pasaporte de Lula da Silva. Horas después de ese atraco el Doctor Rosinha, titular del PT paranaense, denunció que presuntos miembros de la parcialidad del club Coritiba, golpearon con «barras de hierro» a personas del campamento.
A fines del mes pasado fueron disparados tres tiros contra un ómnibus de la caravana encabezada por Lula da Silva en el interior de Paraná, que fue el último estado de una gira realizada por la región sur.
Lula encabeza las encuestas hacia las elecciones presidenciales con el 31 por ciento de las intenciones de voto, seguido por el militar retirado Jair Bolsonaro que tiene entre el 15 y el 17 por ciento de apoyo.
Pocos días después del atentado a Lula el diputado Jair Bolsonaro arribó a Paraná donde se reunió con sus seguidores y realizó un gesto simulando disparar contra la cabeza del político del PT.
Este sábado el senador Lindbergh Farias, del PT, acusó a Bolsonaro se incitar al «odio» y lo consideró como uno de los «responsables» intelectuales del ataque al campamento lulista. (ANSA).
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