River Plate derrotó 2-1 al Emelec ecuatoriano en el Monumental de Buenos Aires y asaltó el liderazgo del Grupo 4 de la Copa Libertadores en el partido que cerró la cuarta jornada.
Con los tantos convertidos por Lucas Pratto y Gonzalo ‘Pity’ Martínez, el equipo ‘millonario’ sumó su segunda victoria en la zona y se mantuvo invicto para superar a Flamengo y escalar a la cima del grupo.
Emelec, que descontó sobre el final a través de Ayrton Preciado, sufrió su tercera caída en cuatro presentaciones y sigue colista con apenas un entero, lo que complica sus aspiraciones de continuar en el torneo.
El de este jueves fue el partido número 200 de Marcelo Gallardo como entrenador de River Plate, en un exitoso ciclo que ya cuenta con tres títulos nacionales y cinco internacionales en poco más de cuatro años.
El conjunto argentino ratificó su buen andar en el último mes al sumar su séptimo éxito entre torneo local y campeonato internacional, lo que ilusiona a su público con alzar su cuarta Copa Libertadores.
El partido comenzó friccionado y cerrado con Enzo Pérez y Gonzalo Martínez complicados para generar juego y abastecer a los delanteros, el uruguayo Rodrigo Mora y Lucas Pratto.
Por el lado de la visita, Marlon de Jesús, Ayrton Preciado y Fernando Luna tuvieron pocas posibilidades de generar peligro en el arco de Franco Armani.
Las buenas intervenciones de Esteban Dreer y la ineficacia ofensiva de River dejó el marcador en blanco al entretiempo.
Sin embargo, en el complemento River movió su banquillo con el ingreso de los colombianos Rafael Santos Borré y Juan Fernando Quintero y así encontró la química para llegar al gol.
Primero fue el goleador Lucas Pratto que con un furibundo remate al pisar el área venció al resistencia de Dreer en el minuto 65.
Y luego, a los 73, el propio Pratto luchó un balón en el medio del campo y puso una pelota al vacío para que Gonzalo Martínez definiera con una exquisita vaselina por encima del portero.
El entrenador del conjunto ecuatoriano, Alfredo Arias, no encontró respuestas en la rotación de los cambios y lentamente el partido fue transitando hacia el triunfo de River, muy festejado por su público.
Sobre el final, una jugada personal de Ayrton Preciado terminó con un remate cruzado que batió la resistencia del portero Armani, en un gol que marcó el final de su valla invicta tras 620 minutos.
Tras este éxito, el conjunto argentino visitará al Independiente Santa Fe en Bogotá la próxima semana para asegurar su clasificación a octavos de final, mientras que Emelec jugará sus últimas y remotas posibilidades el 16 de mayo en Río de Janeiro ante Flamengo.
Racing igualó con Vasco da Gama y sigue como líder
Racing pudo ganarle, pero empató 1-1 en la visita a Vasco da Gama, equipo que así consiguió en los minutos finales un punto con un jugador menos durante 33 minutos, por lo que se mantuvo con vida en el Grupo 5 de la Copa Libertadores, luego de disputarse la cuarta jornada.
Los dirigidos por Eduardo Coudet se adelantaron en el marcador gracias al tanto en el minuto 31 del joven delantero de 20 años Lautaro Martínez.
Pero los argentinos se relajaron en exceso y en el minuto 80 el centrocampista Wagner devolvió las tablas al marcador, a pesar de que el conjunto carioca estuvo con un jugador menos desde la expulsión por doble amonestación en el minuto 57 de Leandro Desábato.
El encuentro, insípido durante la mayor parte del tiempo, tuvo que ser interrumpido durante unos minutos por los incidentes que protagonizó al filo del descanso la afición argentina con la Policía brasileña, que se vio obligada a lanzar gas pimienta para contener a los hinchas.
Con este empate, los argentinos continúan como líderes después de cuatros fechas al sumar ocho puntos, tres más que Cruzeiro y Universidad de Chile y seis por encima del Vasco, en última posición, pero aún con opciones para clasificarse a los octavos.
El conjunto carioca supo sobreponerse al desánimo por el que navega desde la lesión del atacante Paulinho, una de las mayores promesas del fútbol brasileño, que previsiblemente será transferido al Bayer Leverkusen alemán, según ha publicado esta semana la prensa brasileña.
El club de Avellada impuso su ritmo desde el inicio, sin prisas, con la posesión del esférico y una marcación férrea tras pérdida que ahogó y neutralizó a su rival durante 80 minutos. En los diez restantes le dejó con vida y terminó pagándolo.
El Vasco optó, en medio de sus constantes imprecisiones, por lanzar en la primera parte balones colgados desde 40 metros en busca de las carreras por la derecha de Rildo. Ninguna de ellas acabó en buen puerto.
Cuando todo parecía abocado al tedio absoluto, un contragolpe de libro del Racing lo finalizó Martínez, que tuvo que rematar dos veces para batir al arquero uruguayo Martín Silva, quien detuvo el primer disparo, pero no el segundo.
El elenco carioca pareció despertar tímidamente al inicio del segundo tiempo, incluso tuvo el empate en la cabeza de Werley tras una salida a por uvas de Musso, pero por fortuna para el arquero el remate se marchó por encima del travesaño.
Cuando el Vasco empezaba a creer en el empate, una falta a destiempo de Desábato le acarreó la segunda amarilla y como consecuencia, la expulsión para detener momentáneamente las aspiraciones del plantel.
Solo el lateral Pikachu y el centrocampista Thiago Galhardo se mostraron motivados para firmar por lo menos el empate en el Sao Januario, y al final recogieron los frutos.
Con el pie en el freno y a pocas revoluciones, los argentinos erraron varias oportunidades para ampliar la diferencia en el marcador, como las que tuvieron en sus botas López y Martínez, quien falló un mano a mano con Silva.
En los últimos minutos, el Vasco lo intentó una vez más, especialmente tras la entrada del colombiano Duvier Riascos, y encontró el premio a diez minutos para el final con el gol de Wagner.