El candidato oficialista del Partido Colorado, Mario Abdo Benítez, ganó las elecciones presidenciales de Paraguay tras imponerse a su principal rival, Efraín Alegre, de la alianza opositora de centro izquierda Ganar.
«Quiero primeramente agradecer a tantas personas. Hemos llegado a la culminación de esta historia que hemos construido juntos entre miles y miles de paraguayos… Hoy quiero saludarles a ellos, a quienes han depositado a través de sus votos su confianza a nuestro proyecto. Mi gratitud por creer y soñar con nosotros, por un Paraguay mejor», dijo al conocer los resultados.
Abdo Benítez, quien llegó como favorito a los comicios desarrollados este domingo, obtenía el 46,49% de los votos frente al 42,72% de Alegre, cuando se llevaba escrutada más del 96% de las mesas electorales.
Mucho más atrás quedó Juan Bautista Ybañez (Partido Verde), con apenas un 3,24%. Los otros siete candidatos ni siquiera pudieron alcanzar el uno por ciento de votos.
«El resultado es irreversible», informó el jefe del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), Jaime Bestard, pese a que aún faltan algunas mesas por escrutar.
Durante sus primeras declaraciones ante sus seguidores, Abdo Benítez agradeció al pueblo paraguayo que lo votó para convertirlo en el nuevo presidente de su país, cuyo cargo asumirá el próximo 15 de agosto y por un periodo de cinco años.
«Quiero agradecer también a aquellos paraguayos que no nos han votado hoy, pero que sí han participado con la misma esperanza y con los mismos sueños de aquellos que participaron y que protagonizaron esta gran cívica y mi compromiso inclaudicable», dijo junto a su actual esposa Silvana López Moreira Bo y sus dos hijos, Mario y Santiago, fruto de su anterior matrimonio con Fátima María Díaz Benza.
Al referirse a los resultados electorales, el exsenador resaltó que «hoy hubo una participación de más del 62 y 63 por ciento, que se levantó para depositar su fe en el futuro de Paraguay».
«Hoy de vuelta nuestra democracia ha dado un ejemplo. Hoy el pueblo ha hablado libremente. Vamos a dar un paso de construcción y de un país reconciliado», resaltó.
Según el TSJE, un 65% de los 4,2 millones de ciudadanos habilitados para emitir el sufragio participó de estas elecciones, cuyo vencedor sucederá al actual mandatario Horacio Cartes, quien se presentará al Senado al igual que el expresidente Fernando Lugo.
Las elecciones en Paraguay fueron supervisadas por veedores de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y otros organismos internacionales.
En estos comicios se elige además al nuevo Congreso y los gobernadores de los 17 departamentos.
Según el último informe del TSJE, Abdo Benítez, un joven conservador con lazos a la última dictadura, se imponía por un margen mucho más estrecho que el proyectado por los sondeos previos.
El candidato colorado, nacido en 1971, que llegó a presidir el Senado, es hijo de un funcionario, del que lleva el mismo nombre, que perteneció al círculo más estrecho de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).
Su padre amasó una gran fortuna en aquel período por la que fue procesado por enriquecimiento ilícito y sobreseído.
«Marito», tal como se lo conoce, llegó a estas elecciones con la promesa de mantener el rumbo económico y atraer más inversiones en el país.
Por otra parte, el candidato opositor Alegre prefirió evitar pronunciarse sobre los resultados, mientras que desde su bunker criticaron las encuestas a boca de urna por distorsionar las expectativas del electorado.
«Faltan mesas por escrutar. Creo que hemos tenido una gran jornada cívica, vamos a seguir este proceso con seriedad, hay una diferencia del 3 por ciento. Es por eso que vamos a seguir el proceso como corresponde. Vamos a proteger todo y cada uno de los resultados de cada una de las candidatura», aseveró Efraín.
En la sede del Partido Colorado, en cambio, los festejos ya habían comenzado. Cientos de partidarios de Abdo Benítez agitaban banderas rojas y sus seguidores bailaban en la calle frente al edificio.
Con la victoria del candidato oficialista, el Partido Colorado continuará gobernando Paraguay, tal como lo viene haciendo en las últimas siete décadas con la excepción del período 2008-2013.
Abdo Benítez representa la continuidad y propone tributos bajos y exenciones para estimular la inversión extranjera y la producción del agro del país, cuarto exportador mundial de soja.
De acuerdo con las encuestas previas, el partido gobernante podría perder escaños en el Congreso, que renueva 80 bancas en la cámara baja y unas 45 en la cámara alta. Los resultados del parlamento no se conocerían el domingo. (ANSA).