Tras el ataque con misiles sobre Siria, el presidente estadounidense Donald Trump no se detiene y está listo a lanzar nuevas sanciones contra Rusia, considerada «cómplice» del régimen sirio de Bashar al Assad, incluso en el uso de armas químicas.
Una medida destinada a tensar aún más las relaciones entre Washington y Moscú, una situación como nunca antes tan baja por decenios.
Se refuerza en cambio el vínculo Moscú-Teherán, con un llamado telefónico entre el mandatario ruso, Vladimir Putin, y el presidente iraní, Hassan Rohani, en el que se habla del riesgo de caos por los ataques de Estados Unidos definidos como «ilegales».
Una apertura a Rusia e Irán, sin embargo, proviene del Jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, quien llama al diálogo «para construir una solución duradera para Siria».
Incluso Macron revela cómo convenció a Donald Trump de «quedarse por mucho tiempo» en el país de Medio Oriente: «Hace diez días, el mandatario estadounidense dijo que Estados Unidos tenían la intención de desvincularse de Siria».
«Nosotros lo convencimos de que era necesario quedarse.
También lo convencimos de que era necesario limitar los ataques con armas químicas, mientras que hubo una escalada a través de una serie de tuits que no se escaparon… «, explicó Macron en una entrevista televisiva.
El número uno del Pentágono, el general James Mattis, lo había dicho claramente hace unos días frente al Congreso: las opciones para responder al ataque químico a localidad de Duma puestas sobre la mesa del Estudio Oval fueron muchas y no solo militares, sino también de tipo diplomático y económico. Y aquí las nuevas medidas puntuales fueron anticipadas por la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, en una entrevista con la ABC y que deberían ser anunciadas oficialmente en las próximas horas por el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin.
Sanciones, explicó Haley, que golpearán directamente a las empresas rusas que ayudaron al gobierno sirio a realizar y a desplegar armas químicas, suministrando también instalaciones, tecnología y equipamientos.
En la mira deberían también estar una serie de entidades con diferentes capacidades o tuvieron que ver con el programa de armas químicas de Damasco.
La reacción de Moscú no se hizo esperar: «Estados Unidos quiere sancionar a Rusia por el simple hecho de ser un actor global» y por eso están lanzando otras sanciones que «no tienen ninguna relación con la realidad», afirmó la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zakharova, en una entrevista sobre el primer canal de televisión ruso.
Todo esto mientras el Parlamento de Moscú se apresta a lanzar contramedidas hacia Estados Unidos, limitando las importaciones de Estados Unidos de alcohol, tabaco, productos alimenticios y otros productos agrícolas.
En tanto, mientras el presidente sirio, Bashar Al Assad, recibe a una delegación de políticos rusos desafiando a Occidente resaltando que los ataques no tendrán otro efecto que «unir a Siria», continúa la mano dura de la ONU, donde está listo el nuevo borrador de la resolución preparada por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.
El texto, que será presentado en las próximas horas en el Consejo de Seguridad, prevé en primer lugar el inicio de una investigación independiente sobre el ataque a la localidad de Duma, con los inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) que tendrán 30 días de tiempo para hacer un reporte y señalar si Damasco realmente dijo la verdad sobre su arsenal químico.
Sobre el frente humanitario se pide la posibilidad de evacuar a las poblaciones afectadas por la guerra civil por motivos sanitarios y pasos seguros para los convoyes de ayudas que deberán ser autorizados para llegar a todas las áreas.
El borrador exige también que sea finalmente se implemente la resolución sobre el cese del fuego adoptado en febrero, y al gobierno de Assad de comprometerse en reuniones de paz bajo el auspicio de Naciones Unidas de manera «constructiva, de buena fe y sin precondiciones».
Pero no es claro cuándo podría llegar el voto: según informaron fuentes diplomáticas del Palacio de Cristal, los aliados están listos a dar tiempo a las tratativas para intentar obtener luz verde de Rusia.
Desde el comienzo del conflicto en Siria, de hecho, Moscú usó el derecho al veto en 12 ocasiones, seis de las cuales sobre resoluciones inherentes a las armas químicas, paralizando de hecho la acción del Consejo. (ANSA).