El equipo jurídico boliviano apeló a las emociones en la presentación ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya, en el inicio de los alegatos orales por la demanda para obligar a Chile a sentarse a negociar una salida soberana al mar.
Encabezada por el presidente Evo Morales, el agente Eduardo Rodríguez Valtzé puso énfasis en «el sentimiento que cada boliviano anida respecto del mar».
Afirmó que antes de la «invasión de Chile hace 146 años», el país vecino contaba con «400 kilómetros de costa».
Añadió que Bolivia ha tenido avances en su desarrollo, pero el enclaustramiento mediterráneo «ha tenido un resultado devastador» que, según cálculos internacionales, asciende a «un 25 por ciento menos del PIB».
Durante tres horas, los abogados que representan los intereses de La Paz insistieron en los argumentos históricos que dejó a Bolivia sin su acceso al Pacífico.
A la inédita presencia de un mandatario en el tribunal internacional, se sumó en La Paz una vigilia donde los pueblos originarios rogaron por un resultado positivo, pues por primera vez el pueblo boliviano siente que está cerca de que «Chile nos escuche».
Todas las instituciones públicas fueron embanderadas con la bandera de Bolivia y la del Mar.
El presidente interino Alvaro García Linera llegó a las 7 GMT hasta la plaza Trujillo, donde se ubica el Palacio Quemado, para acompañar a los manifestantes que soportaron el frío para ver los alegatos a través de pantallas gigantes de televisión.
En Chile, los canales realizaron la cobertura desde La Haya con la transmisión completa de los alegatos.
Al término de ellos, el canciller Roberto Ampuero -quien encabeza la delegación chilena- expresó que esperaba oír argumentos jurídicos.
«Hubiésemos querido un acercamiento más realista, menos imbuido de lo que pudiéramos denominar una visión bastante dramática», señaló el ministro de Relaciones Exteriores, rechazando que en el norte del país haya continuos enfrentamientos entre chilenos y bolivianos, como describió el abogado inglés Vaughan Lowe. Mientras el agente chileno, Claudio Grossman, acusó de «tergiversación histórica» de parte de los demandantes.
Afirmó que la presentación fue «absolutamente tendenciosa y errónea, Bolivia ignoró sistemáticamente el contexto en que se dio la Guerra del Pacífico» y que «Chile buscó soluciones de carácter diplomático que no tuvieron lugar por culpa de Bolivia».
La jurista francesa Monique Chemillier-Gendrau caracterizó a la Guerra del Pacífico de 1879 como una «guerra sangrienta con intenciones depredadoras extremas».
Chemillier-Gendrau aseguró que Bolivia fue «arrastrada» a una guerra para la que no estaba preparada. La delegación chilena señaló que el argumento omite que La Paz firmó en 1873 un pacto secreto con Perú por el cual ambos países se comprometían a respaldar al otro en caso de una eventual conflagración bélica. Grossman aseveró que «Chile ha conversado y va a seguir conversando con Bolivia pero hay un tema que no está sujeto a discusión, que es el territorio» en alusión a la provincia de Antofagasta, en el norte chileno.
Bolivia seguirá hoy con su intervención ante la Corte internacional. El miércoles habrá receso; jueves y viernes, será el turno para el equipo chileno.(ANSA).