Por Horacio Castellli
El error cometido por la gobernadora María Eugenia Vidal, en el discurso de inauguración de las sesiones ordinarias de las Legislaturas bonaerenses, sobre el Parque Eólico de Necochea, marca una tendencia de los mandatarios bonaerenses sobre nuestro distrito.
Muchas veces, hemos analizado la situación que vive Necochea y nos hemos victimizado, en lugar de reconocer los errores que cometemos constantemente y que nos lleva a este contexto de retroceso constante en el que nos encontramos.
Sin embargo, hay situaciones que merecen el respaldo y el compromiso de los gobiernos centrales de provincia y nación para avanzar porque son realizaciones imposibles de ser encaradas por un municipio y que, además, generan beneficios muy importantes a los ejecutivos mencionados.
Este error, sobre el Parque Eólico de Necochea demuestra un desconocimiento sobre lo que ocurre en uno de los principales distritos de la provincia, desde el cuál ingresan millones de dolares que culminan en las arcas provinciales y nacionales, con un nulo retorno.
Esta realidad, es innegable, no es una excusa o una queja vacía de contenido. Estudios económicos realizados por entidades como el Centro de Acopiadores de Cereales Zona Puerto Quequén, demostraron la importancia económica que tiene nuestro distrito en la Provincia de Buenos Aires.
A pesar de esta realidad conocida por los sectores políticos y empresariales del estado bonaerense, no se ha logrado a lo largo de 136 años, que se tenga en cuenta esta realidad y los fondos que deberían llegar a Necochea por derecho propio, son derivados a otros sectores como el conurbano bonaerense o ciudades del interior como Mar del Plata, por la importancia electoral que tiene y se deja de lado la importancia económica.
Los producido en el hinterland de Puerto Quequén, abarca varios distritos circundantes a la estación marítima y para lograr que estos productos salgan hacia los países del mundo que los compran se utiliza permanentemente la infraestructura de Necochea y Quequén sin que se obtenga un retorno adecuado.
El desconocimiento que tienen los gobernadores sobre Necochea, marca la decisión de restarle apoyo, como una constante, y sin caer en la tentación de victimizarnos debemos trabajar para revertir de una vez por todas esta situación.
Ni la sintonía fina, prometida por el Frente para la Victoria, ni la presencia de legisladores de la ciudad, parece ser suficiente para que se nos respete como distrito generador de riquezas que la provincia aprovecha para afrontar los déficits constantes que se producen.
Necochea es un distrito que genera mucha riqueza para la provincia y el país, sin embargo no se nos respeta. No recibimos lo que nos corresponde en coparticipación. Debemos afrontar con nuestras tasas municipales la responsabilidad de mantener dos hospitales, en los cuáles se atienden ciudadanos de la zona sin que ninguno de los distritos abone un peso.
Son demasiadas ventajas las que estamos dando desde hace tiempo. Es hora de ponernos los pantalones largos, trabajando mancomunadamente y discutir internamente nuestras diferencias y no permitir que los de afuera aprovechen esas peleas para seguir relegándonos.