Resuelve las dudas más comunes sobre el cuidado de un bebé en vacaciones. (Dedicado a Graciela Serrano).
El calor, el sol, las picaduras de los insectos… Durante las vacaciones, debemos prestar una atención especial a aspectos relacionados con la salud de nuestros hijos, específicos de la época estival. Juan Casado, jefe del Servicio de Pediatría y de Cuidados Intensivos del Hospital Niño Jesús (Madrid) y autor de ‘El Gran Libro de la Pediatría’, nos resuelve las dudas más comunes.
HIDRATACIÓN: El calor hace que los niños pierdan mucha agua y corren el riesgo de deshidratarse. Tienen que beber mucho, preferiblemente, agua o sales de rehidratación oral.
Durante los primeros seis meses de vida, los lactantes no necesitan beber agua porque ya están convenientemente hidratados con la leche materna. Lo ideal es ponerles muchas veces al pecho. Si la temperatura es muy alta, podemos ofrecerles agua pero sin pasarnos, porque si se llenan, luego no comerán y lo fundamental es que mamen para que crezcan.
ALIMENTACIÓN: No se debe obligar a los niños a comer porque, al igual que nos ocurre a los adultos, a ellos también les afecta el calor. Lo más importante es que estén adecuadamente hidratados. Es recomendable que ingieran mucha fruta y verdura, porque son muy ricas en agua. También hidratos de carbono porque es ésta una época de mucha actividad física.
Los helados, incluso los comerciales, son una opción muy buena y nutritiva. Si los hacemos en casa, con leche, huevo y fruta, les proporcionamos, además, una alimentación completa, sana y sin colorantes. ¡Dejemos que los disfruten!
CALOR: los niños, especialmente los menores de un año, deben de permanecer en lugares frescos, tanto dentro como fuera de casa, porque aún no tienen desarrollada la capacidad de regular su temperatura corporal.
SOL: Los niños no deben recibir sol directamente antes de cumplir sus primeros 12 meses de vida. Ni siquiera con protección. Y, a partir del primer año, sólo puede hacerlo con protección alta, de al menos 50%, aplicada periódicamente.
PICADURAS: Durante el primer año de vida, no se les debe aplicar repelente de mosquitos directamente sobre la piel, sino en la ropa o las mosquiteras con las que les protegemos.
IRRITACIONES: Para evitarlas, debemos colocar a los bebés en lugares frescos. Porque si pasan mucho calor, aparece el sudor como defensa corporal para mantener refrigerado el cuerpo, y éste tiene un efecto irritante sobre la piel. Si se producen, lo mejor es el agua y el jabón. Mientras menos cremas pongamos a los niños, mucho mejor.
ESCOCEDURAS: Para mitigar las escoceduras que aparecen en la zona del pañal, lo mejor son las pomadas a base de aceite de oliva. Incluso el aceite, directamente. Y también algunas cremas inocuas de óxido de zinc, glicerina y polvos de talco. Los corticoides sólo pueden ser prescritos por el médico.