La pérdida de neuronas provocada por el Mal de Alzheimer es limitada, contrariamente a lo que se pensó hasta ahora, pues lo que en realidad afecta esta enfermedad neurodegenerativa es la calidad de las conexiones entre las mismas, en el proceso denominado sinapsis.
El descubrimiento, publicado por la revista Scientific Reports, podría abrir el camino a futuras terapias completamente distintas de las actuales. Un grupo de investigación coordinado por Salah El Mestikawy, del Instituto Universitario Canadiense de Salud Mental Douglas, y por Stéphanie Daumas, de la Universidad Pierre y Marie Curie de Francia, estudiaron a 170 enfermos de Alzheimer con diversos grados de desarrollo del mal.
Así observaron que la demencia está asociada a un mal funcionamiento de las sinapsis, más que una desaparición de neuronas.
«Al estudiar ocho marcadores nerviosos de las cortezas prefrontales de nuestros pacientes notamos que la pérdida de sinapsis y neuronas era muy limitada. Este resultado nos sorprendió mucho, porque representa un cambio radical en el modo de pensar la enfermedad», explicó El Mestikawy.
El Alzheimer afecta a cerca de 47 millones de personas en todo el mundo, según estimaciones de la Alzheimer’s Disease International (ADI), la federación internacional ligada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que agrupa a asociaciones que se ocupan de la patología.
El cuadro se caracteriza por el deterioro cognitivo y trastornos de conducta y en su forma típica por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales. La enfermedad suele tener una duración media aproximada después del diagnóstico de unos diez años y manifestarse con mayor frecuencia, aunque no exclusivamente, en adultos mayores de 65 años de edad.
Muchos enfermos de Alzheimer lo desconocen pues los primeros síntomas clínicos pueden manifestarse recién quince o veinte años después de padecerla.
El paso siguiente de los investigadores franco-canadienses será ahora individualizar cuáles son los disfunciones que golpean a las neuronas.
«Hasta ahora las posibles intervenciones terapeúticas apuntaron a demorar la destrucción de las sinapsis. Nuestro estudio demuestra que, de ahora, en más deberemos cambiar el enfoque», concluyó El Mestikawy. (ANSA).