domingo, noviembre 24, 2024

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VERANO 2018: Cómo prevenir los mareos en los traslados

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El cuadro se denomina cinetosis (o mareo por movimiento) y viene acompañada de malestares gástricos, náuseas, vómitos y dolor de cabeza.

La mayoría de las personas han padecido alguna vez mareos y sensación de malestar al realizar un viaje en auto, tren, micro, avión o barco, un cuadro que se denomina cinetosis (o mareo por movimiento) y viene acompañada de malestares gástricos, náuseas, vómitos y dolor de cabeza.

Este problema es más prevalente entre los dos y los años y con mayor presencia en mujeres, aunque nadie está exento.

«¿Quién no ha sufrido alguna vez mareos al viajar en auto, micro, tren, subte, avión o especialmente en barco? Este cuadro tiene un nombre: cinetosis (o mareo por movimiento), que también puede presentarse por el movimiento del campo visual como, por ejemplo, en un cine con pantalla gigante», explicó la médica Gabriela Ferretti, especialista en neurología, auditora médica y médica legista.

Ferreti, quien también es vicepresidenta de APERCA, la Asociación de Peritos de la Salud de la Ciudad de Buenos Aires, indicó que «por lo general, el mareo viene acompañado de síntomas como sudor frío, malestar general (en especial gástrico), dolor de cabeza, náuseas y vómitos».

La especialista destacó que «no hay un origen predeterminado, pero los especialistas sugieren que puede estar causado por un desequilibrio entre las aferencias sensoriales, especialmente entre el sistema visual y vestibular».

«Es decir, que éste último –que es la parte del cerebro que detecta el movimiento– advierte que el cuerpo se desplaza, pero la visión reconoce que no es así.

Ante este desbalance, se activan las áreas del cerebro que producen los mareos», indicó la experta.

Junto con el balanceo natural del vehículo, existen acciones propias del viaje que favorecen la aparición de la cinetosis: un horizonte en movimiento, mala ventilación, exceso de monóxido de carbono o vapor en el aire y miedo o ansiedad.

Si bien es más frecuente entre los 2 y 15 años de edad, cualquier persona puede ser víctima de cinetosis.

En cuanto al género, las mujeres suelen son un poco más susceptibles.

Diversos estudios han relacionado la frecuencia de las migrañas con una mayor probabilidad de sufrir cinetosis, especialmente en casos de migraña vestibular.

Por su parte, estudios en gemelos demostraron que hay una gran variación individual en la susceptibilidad de base genética, con un rango de herencia en un 70%.

En cuanto a su tratamiento, Ferreti afirmó que «las medidas conductuales simples suelen ser suficientes para resolver este problema».

«Consiste en exponer a las personas de manera progresiva al mismo estímulo, de manera que se favorecería el mecanismo de tolerancia», añadió.

Estudios demostraron que los síntomas se reducen notoriamente al establecer un punto de referencia visual, mirando a 45 grados por encima del horizonte.

De esta manera, el «conflicto visual- vestibular» se minimiza.

En el plano farmacológico, los medicamentos de mejor respuesta son la cinarizina y el dimenhidrinato, ambos antihistamínicos de venta libre.

«Para los más chicos, las medidas preventivas son por lo general suficientes para revertir los mareos.

Solo en caso de que éstos fallen, se recomienda la consulta al pediatra en busca de una solución farmacológica», indicó.

–¿Se puede prevenir?–

Además de la posición de la vista al viajar, el cuadro de cinetosis se puede reducir con simples acciones: ·

Evitar viajar con el estómago lleno.

En caso de viajes largos, elegir comidas livianas y sencillas.

Reducir al mínimo la ingesta de líquido.

  • No ingerir alcohol.
  • No leer ni mirar la pantalla del teléfono celular o tablet.
  • Evitar bruscos movimientos de la cabeza durante el viaje.
  • De ser posible, viajar recostado y con la cabeza bien apoyada.
  • Viajar en la zona de menor movimiento del vehículo (la parte delantera de autos, aviones, micros y coches ferroviarios).
  • En caso de viajar en barco, elegir lugares más ventilados.
  • En viajes largos por tierra, hacer paradas cada dos o tres horas.

«Si el cuadro de mareos no mejora con los sucesivos viajes, o si se presentan fuera de estas oportunidades, lo más recomendable es visitar al médico, a fin de descartar cualquier otra patología», concluyó.

Buenos Aires, NA.