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Por Horacio Castelli

El año que finaliza hoy, se caracterizó por una anemia política profunda en Necochea, a pesar de ser un año electoral.

No hubo propuestas de proyectos a mediano y largo plazo y las discusiones quedaron encerradas en los apoyos provinciales o nacionales que cada uno recibía.

Es preocupante que los ciudadanos del distrito no recibamos de nuestros dirigentes proyectos serios.

En su lugar, solo conocemos anuncios y slogans que nunca llegan a ser realidades que satisfagan las necesidades de la comunidad.

Se habló durante el año de la subasta del edificio del Complejo Casino, sin dar a conocer más detalles, ni presentar un proyecto concreto y completo como para comenzar a discutir seriamente.

Solo hubo declaraciones periodísticas a favor y en contra de esta propuesta, que en sí mismas son irrelevantes porque no se puede apoyar o negar lo que no se conoce.

No se presentó tampoco un proyecto turístico integral con proyección que alcance los próximos 10 años, lo que permitiría a los inversores tener previsibilidad.

No se ha realizado un proyecto serio sobre la Playa de Estacionamiento de Camiones de Quequén, para lograr que se brinde el servicio que merecen los transportistas que llegan a la estación marítima.

Se espera desde hace años un milagro nacional para modificar un Frente Costero que está desbalanceado con servicios de muy buena calidad y otros que dejan mucho que desear y concesiones que culminan y se prorrogan sin más.

Se volvió a hablar de los balnearios de Río sin presentar un proyecto que muestre lo que se intenta realizar y siguen quedando en anuncios vacíos de contenido.

La concreción de obras que debían estar finalizadas hace al menos 10 años, imposibilitaron avanzar en otras obras muy necesarias para el distrito.

Una de ellas es la Planta de Efluentes Cloacales de Quequén, necesaria obra que permita a nuestros vecinos, sentirse respetados.

Se propuso hace algunos meses atrás, una amnistía para los vecinos que denunciaran conexiones clandestinas de agua corriente por espacio de un año, al cabo del cuál quien no hubiera realizado las obras correspondientes tendría multas. De esta manera se lograría conocer la verdadera extensión de la red de agua corriente y solucionar los graves problemas de presión y contaminación que existen actualmente.

Era una propuesta inteligente, interesante, fácil de realizar y que ayudaría a solucionar uno de los problemas estructurales del distrito. Nada se hizo al respecto.

Hoy no existen proyectos serios, completos y que puedan ser discutidos por todos los sectores de la comunidad para luego arribar a un resultado que beneficie al conjunto.

No se puede discutir sobre nada porque no hay nada para discutir, solo son anuncios vacíos de contenido.

La última novedad es la utilización del Jardín de Rocas. ¿Para qué? Nadie lo explica, solo son enunciados generales que nada dicen de un proyecto serio, con estudios avanzados y desde donde poder discutir y analizar ventajas y desventajas.

Los que hablan del “permanente no” de algunos sectores, son los primeros responsables de la negativa porque solo producen anuncios y no presentan un solo proyecto integral que se pueda discutir.

Falta seriedad, honestidad intelectual y tener ganas de trabajar en serio en pos de poner sobre la mesa de discusión hechos concretos, no solo enunciados que quedan lindos en los medios de comunicación y en las mesas de café, pero que no agregan nada.

Un 2017 anodino políticamente y pobre en proyectos. Ese es el balance que podemos mostrar los necochenses.