El presidente brasileño, Michel Temer, ordenó prorrogar la presencia de los militares en Río de Janeiro en vísperas del mega festejo «Reveillon» en Copacabana, la playa ubicada a pocos kilómetros de favelas donde se desarrolla una guerra de baja intensidad.
El mandatario firmó hoy el decreto para que las Fuerzas Armadas garanticen la «Ley y el Orden» en Río de Janeiro hasta el 31 de diciembre de 2018.
El Jefe de Estado también dispuso este viernes el envío de 2 mil militares al estado de Río Grande do Norte donde la policía local lleva 10 días de huelga.
El grueso de los 2 mil efectivos se apostarán en Natal, la capital de Río Grande do Norte, y uno de los principales destinos turísticos de la región nordeste, famosa mundialmente por sus bellas playas.
El próximo domingo finalizaba el plazo de la presencia militar en Río determinada en otro decreto, de julio pasado, mediante el cual fueron enviados más de 8 mil miembros del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, junto a elementos de la Fuerza Nacional de Seguridad.
A pesar los frecuentes operativos militares realizados en los últimos meses en Río de Janeiro no se logró poner fin a la guerra en las favelas cariocas, que es particularmente intensa en Rocinha, donde esta semana hubo nuevos enfrentamientos que dejaron víctimas fatales.
Ubicada a pocas cuadras de las playas de San Corado y relativamente cerca de Copacabana, Rocinha es un foco de inseguridad que puede alcanzar a los tres millones de personas que participarán en el Reveillon de Año Nuevo.
Este será el primer Año Nuevo, desde 2012, en el cual no habrá tregua entre las bandas de narcotraficantes que se disputan el control de Rocinha, habigada por cerca de 100 mil personas.
Según la ONG Río de Paz se estima que en 2017 hubo más de 6 mil asesinatos en Río de Janeiro, entre ellos 132 policías que fueron homenajeados por esa agrupación esta semana.
El Reveillon del próximo domingo será una oportunidad para que la capital turística de Brasil pueda corregir su imagen internacional de ciudad violenta.
Es por ese motivo que este año sólo el 20% de los que participen en la fiesta de Año Nuevo serán extranjeros, mientras el año pasado fueron el 40%.
«Pretendemos entregar lo mejor para que nuestra imagen sea la mejor posible en el resto del mundo» afrimó Marcelo Alves, titular de Riotur, la agencia de turismo de la Alcaldía de Río de Janeiro.
Según Riotur el próximo fin de semana habrá cientos de miles de personas más que en los festejos del año pasado junto a las playas de Copacabana, Leblon, Ipanema, todas en la zur de la capital.
Mientras las Fuerzas Armadas actuarán en la retaguardia, dando apoyo logístico, la seguridad de los festejos estará a cargo de 12,7 mil policías militarizado del estado de Río de Janeiro.
El operativo, que comenzará a la 8 horas (10 GMT) del domingo, destinará cerca de 1,9 mil policías a la playa de Copacabana donde estará el escenario principal de la fiesta frente al cual serán lanzados los fuegos de artificio.
Sesenta y cuatro patrulleros recorrerán Copacabana donde fueron instaladas 30 torreta de control y será sobrevolada por un helicóptero y un avión no tripulado, informó hoy la Policía Militarizada de Río. (ANSA).