Sebastián Piñera volvió a seducir a los chilenos con su promesa de «Tiempos Mejores» y obtuvo un sorpresivo y holgado triunfo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de hoy en Chile, cuando todos los pronósticos apuntaban a un estrecho margen frente al candidato de la izquierda oficialista, Alejandro Guillier.
Recuperar el crecimiento económico, más y mejor empleo junto a reconocer un piso mínimo de derechos sociales, fueron las claves del millonario empresario para retornar victorioso a La Moneda avalado con una contundente votación.
Contra todas las estimaciones, votaron 300.000 personas más que en la primera vuelta del 19 de noviembre, cuando el exgobernante obtuvo un 36,6%.
El ex rostro de noticias de TV había alcanzado el 22,7%, siendo la sorpresa el izquierdista Frente Amplio que se alzó como tercera fuerza política, con 20,2%.
Piñera recibió 3.791.530 votos (54,57%) contra los 3.155.891 del senador independiente, de acuerdo al informe oficial del Servicio Electoral (Servel) tras escrutarse el 99,86% de las mesas escrutadas (42.992).
El ex mandatario, que logra por primera vez el retorno de la derecha a La Moneda por vía democrática, tendrá enormes desafíos. En el Congreso deberá negociar para poder sacar adelante sus proyectos, entre ellos, la rebaja de impuestos a las empresas, que fue aprobada por el Gobierno de Michelle Bachelet.
Con la elección de Piñera, se refuerzan los sectores conservadores de derecha en el Cono sur de América Latina y la tendencia a que empresarios gobiernen los países de la región, como Mauricio Macri en Argentina; Pedro Kuczynski en Perú y Michel Temer, en Brasil. Pero los desafíos no se limitan sólo a los equilibrios en el Congreso sino también, y como lo expresó hoy la presidenta saliente Bachelet al felicitarlo por su triunfo, «hoy hay una ciudadanía mucho más exigente».
Piñera entendió porque debió dar un giro en su discurso en el balotaje y por ello incorporó la propuesta de Bachelet, incluida en el programa de Guillier sobre gratuidad en la educación. Además, a esto se sumó, enfrentar el tema del endeudamiento de los jóvenes por el Crédito con Aval del Estado; introducir competencia en el sistema privado de pensiones y el transporte gratuito para los adultos mayores, entre otros.
El «miedo» tuvo otro importante rol en la campaña del balotaje al imponer a través de los medios de que un eventual gobierno de Guillier significaría encaminar a Chile a una Chilezuela, en alusión a la crisis que vive Venezuela. En el acto de celebración del triunfo de hoy, los adherentes a Piñera gritaron con fuerza «Chile se salvó». Con esta victoria, Piñera volverá a la Presidencia de Chile en marzo próximo, cuatro años después de dejar su sillón en el Palacio de la Moneda. El próximo 10 de marzo, Bachelet le hará el paso de mando al mismo presidente de quien lo recibió en 2014 y al mismo al que se lo entregó en 2010, pues ambos se han alternado en el poder los últimos 12 años. (ANSA).