Por Miguel Abálsamo
El distrito de Necochea debe despertar del letargo dogmático, esa patología que parece imperar en sectores de nuestra vida política, con el costumbrismo, casi clásico de discutir siempre los mismos temas, abrir enfrentamientos ideológicos sobre realidades que deberíamos encarar juntos y definirlas, sin necesidad de deambular por la vida años y años sin producir hechos positivos y alejándonos de la ciudad moderna y mentalidades nuevas que imperiosamente necesitamos para crecer.
Décadas discutiendo trivialidades, haciéndonos ecos de rumores, aseverando verdades cuando tocamos de oído y dirigentes que en vez de elevarse descienden a las discusiones prehistóricas de tiempos ya pasados.
Cuando hablamos de dirigentes, encontramos visiones parecidas, la pregunta es… ¿Qué nos pasa que no podemos encontrar una síntesis que nos permita sentarnos en una mesa en común y lograr las definiciones?.
Puede la sociedad tener nuestra cuota parte de responsabilidad en el crecimiento de un distrito, es cierto, pero la mayor la tienen nuestros dirigentes.
Aquellos que durante mucho tiempo no saben lo que pasa, y eso es precisamente lo que nos pasa, haciendo alusión a una sabia frase del filósofo español José Ortega y Gasset cuando se refería a los argentinos.
«No saben lo que nos pasa… y eso es precisamente lo que les suele pasar».
Lentamente en Necochea estamos dejando atrás esa oscuridad de pensamiento que mira más al pasado que al futuro, donde el ideologismo extremo nos ha llevado a la división, un negocio para muchos ejercitar la «grieta», una manera de paralizar todo, no avanzar y seguir perdurando.
Me divierte escuchar las palabras «izquierda»… «derecha»… con la cara de circunstancia y análisis que le ponen algunos dirigentes, sin entender que el vecino sin cloacas, la luz que falta en el barrio, las calles sin arreglo, el semáforo sin funcionar, las obras que hacen falta, la inseguridad, la seducción a llegada de inversiones, los desocupados que buscan mejor futuro, los que miran a la ciudad atraídos por nuestras bellezas naturales, y muchos ejemplos más, no son de derecha o izquierda, simplemente del ciudadano común.
La cotidianidad nos marca que quien no entiende esta realidad se convierte en un contestatario aburridor, repetidor de recetas pasadas y fracasada, apropiadores de verdades absolutas, de verbas ágiles y acciones sociales leves, muchos de ellos que cuando se presentan a elecciones tienen escasa representación ante el electorado.
Son los eternos militantes del micro-clima, los que se escuchan ellos mismos creyendo que desde la confortabilidad del face o twitter acomodan el mundo a su visión y antojo.
Los que quieren atar las manos a las visiones modernas que nos impone la hora.
Cuando decimos que necesitamos unir criterios para ir a las cosas fundamentales que nos una a los necochenses, lo hacemos convencidos que existen dirigentes modernos (no por edad simplemente), que entienden el presente, aquellos que están decididos a sumar juntos para discutir los temas importantes de la ciudad y concretarlos en la realidad.
Acuerdo común para lo importante
El distrito tiene al intendente doctor Facundo López , dos diputados provinciales, arquitecto Roberto Rago y Martín Domínguez Yelpo, el actual presidente del Consorcio de Puerto Quequén, doctor Arturo Rojas y al titular de la Usina Popular Cooperativa, Antonio Vílchez, como sus figuras de mayor trascendencia, por el lugar relevante de decisiones que ocupan.
Este sería el «círculo rojo» en materia política, que se completa con el Honorable Concejo Deliberante, partidos políticos, el periodismo, empresarios, sindicatos y Colegios de Profesionales, más otros sectores cuyas voces y acciones tienen que ver directamente con el distrito.
Hay una gran voluntad, al menos cuando se dialoga con gran parte de ellos, de sentarse a una misma mesa para dejar cerrado algunos temas con carácter de estado, cerrarlos como en un paraguas protector, definir lo prioritario y dejar temas menores para las discusiones normales.
Esto también esta esperando el alto porcentaje de nuestros cien mil habitantes del distrito de Necochea.
¿Podrá ser posible…?
No sólo podría, creo que debería sin perdida de tiempo hacerlo posible.
¿Qué falta para eso?
Dejar de lado los que hacen bulla, esas minorías de ruidos permanentes, en general mucho grito y pocos acompañamientos, quienes precisamente son los grandes opositores a los cambios, generalmente lo hacen para diferenciarse y obtener unos minutos de prensa.
Si ese «circulo rojo» de decisiones importantes que tiene el distrito esta dispuesto a avanzar en conjunto para definir los grandes temas del distrito… por qué no hacerlo ya sin perdida de tiempo. Entre las cosas que nunca se recuperan esta la perdida de tiempo, el que nos han hecho perder los eternos adoradores del «ideologismo».
Nuestros temas fundamentales
La subasta del Casino…
Dinero recaudado de la misma para destinarlo a fines sociales de barrios con más carencias.
Apertura de los frentes costeros al sur y norte de la ciudad.
Plan concreto para el futuro de nuestro parque «Miguel Lillo», con inversiones privadas y presencia del estado como contralor.
Todos comulgamos que el parque no se vende, es como hacer una encuesta donde preguntamos… «Querés a tu mama y papa», sin sentido, es como preguntar… ¿Querés que se venda el parque?… primero que no se puede, segundo que no tiene lógica el pensamiento.
La pregunta a hacerle al habitante es… ¿Querés un parque en sus 600 hectáreas siga como hasta hoy o dotarlo de inversiones, tal cual otros parques de Argentina y el mundo?.
Otros puntos de acuerdo serían:
Inversiones en el denominado «Jardín de Rocas».
Instalación de nuestro juego del Casino, con lugares tentativos, en el propio Bingo del radio céntrico, u otros en la zona balnearia.
Las votaciones de los presupuestos que no pueden ser todos los años una lucha enconada. Simplemente analizarlos con los equipos técnicos que cada bloque de concejales debe tener y responder seriamente, con ratificaciones o rectificaciones, pero no «partidizarlos» con el objetivo de sacar una ventaja pensando en una elección.
Necesitamos urgentemente la Planta de Reciclado de Residuos, mejorando el medio ambiente y económicamente ganaríamos dinero para las arcas municipales.
Unirnos cuando debemos hacer un planteo ante los organismos provinciales o nacionales, necesidad de ventajas turísticas no sólo para Mar del Plata sino a toda la Costa Atlántica, extensión de las redes de gas desde Barker a toda la zona pujante de Quequén y Costa Bonita, acelerar el proceso de inversiones de Energía Eólica en nuestro parque que ya esta en marcha, insistir con la necesidad de la Planta de Efluentes Cloacales.
Pergeñar un nuevo proyecto de iluminación en todo Necochea-Quequén. Somos una ciudad semi-oscura, que le hace perder brillo y acrecentar la inseguridad. Debemos darnos rápidamente un proyecto de iluminación con los elementos más modernos que tiene el sistema y que se comienzan a implementar en otros lugares.
Discutir un estado moderno que le sirva al ciudadano y no haga inviable la administración.
Propulsar juntos una imagen que favorezca el arribo de inversiones facilitando la posibilidad de generar empleo privado.
Dotarle a la playa de Estacionamiento de Camiones de Quequén ( mal llamada «El Chiquero») de nuevas condiciones que le aporten mejor calidad a los miles de transportistas que por allí pasan anualmente.
No sólo el intendente esta dispuesto a trabajar juntos porque es el éxito, hay voluntades de otros actores de nuestra sociedad, solamente falta ese tramo que nos acerca, o lo hacemos por virtud o necesidad, pero inexorablemente esa es nuestra dirección.
El oficialismo debe entender que a «Necochea la arreglamos entre todos o lo arregla nadie…», y la oposición debe entender que no triunfa atándole las manos y pies al intendente de turno, porque si pretenden sucederlo en la próxima cita electoral, no es bueno encontrar una ciudad en retroceso, algo que nos viene ocurriendo hace muchos años.
Premiemos al dirigente que busca el consenso, único camino posible, por sobre el denunciante repetitivo que agita banderas para dividir la sociedad.
Dejemos a un costado del camino al secesionista, que le importa más conservar su lugarcito de reclamo y crítica que el bien común.
No hay tiempo para perder, esencial ir a definir lo que necesitamos, menos discusiones y más definiciones.
No amontonemos todo Miguel.No podemos poner un casino en el centro ,o querés que esto sea Las Vegas,puro juego, busquen un lugar a la salida de la ciudad.Con respecto al parque te he leído muchas veces y pregunto sobre las inversiones,significa entregar el parque,concesionarlo ,que este el estado, nunca se aclara bien,lo cierto es que el parque así no va mas. Y lo otro son los que vos pones como figuras políticas e incluis a Rojas y Vilchez…¿¿¿¿¿¿..ellos tienen que dedicarse a administrar el puerto y la usina y dejarse de hacer politica.Asi nos a ido haciendo esas cosas.