lunes, noviembre 25, 2024

Castelli, Locales, Opinión

OPINIÓN: ¿Victoria el domingo y ruptura el lunes?

Sharing is caring!

Por Miguel Abálsamo

«El radicalismo es transparencia y honestidad en el manejo de la cosa pública… «Terminemos con las malas prácticas y las chicanas que tanto mal hacen a la vida pública… «La Junta Electoral determinará el resultado final en el distrito de Necochea y la definitiva integración de la lista…

Pedimos la RENUNCIA a la Presidencia del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén o al primer lugar en la lista de concejales del doctor Arturo Rojas  antes de las elecciones generales del mes de octubre…».

El primer candidato a edil por la Unión Cívica Radical más que una conferencia de prensa en la sede del Comité «Emiliano Abasolo», emitió un parte de guerra, irrumpió como elefante de gran porte en el bazar de la estructura Cambiemos, más que tensar la cuerda la rompió.

Lo que fue un domingo de victoria, se convirtió en un lunes casi de ruptura.

Gonzalo Diez, parece haber admitido que a perdido la elección por escaso margen, por eso pide la renuncia de Rojas como movida fuerte, o bien a Puerto Quequén (donde la jefa es la señora gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal), o bien al primer lugar en la tira de concejales, donde lo único que cambiaría sería en este caso que la quequenense Gaby Gongora fuera la uno.

Diez va más allá. Quiere violar la Ley.

En caso de ser minoría, debería ingresar en el cuarto lugar de Cambiemos como concejal, algo que no puede ser porque ese puesto es para una dama que reemplace a Eugenia Vallota (Pro-Fe), y precisamente esa dama es la segunda candidata del radicalismo, componente del espacio de la juventud, Graciana Maizzani, ergo, Gonzalo Diez debería ser octavo en la lista que encabecen los peronistas Rojas-Gongora-Issin.

Quien se autodenomina «republicano», debería ejercer ese republicanismo aceptando primero la minoría, luego de su excelente elección, segundo ocupar el lugar que legalmente debe ocupar.

El vecino que hace horas voto por cualquiera de las expresiones de Cambiemos (27.000 en total), debe estar azorado, confundido, indignado, casi usado en una elección brillante.

La realidad sigue mostrando que radicales y peronistas pueden convivir en algunos proyectos en común con  coincidencias en muchos temas, pero a la hora de la verdad no son lo mismo y para colmo a esa mecha encendida lejos de apagarla muchos la aumentan.

¿Se rompe Cambiemos en Necochea?

El radicalismo ha tratado a Pro-Fe de falta de transparencia y honradez en el manejo de la cosa pública y que termine con las malas prácticas y las chicanas.

Ahora no esta la excusa de un líder irremplazable como Gerónimo Venegas que para los «correligionarios» «era el límite”.

Ahora el límite parece extenderse a cualquier peronista que ande suelto por la vida.

La UCR transita un lugar sin retorno.

El golpe es duro. Exigir la renuncia de quien es la cabeza de lista del proyecto en el distrito.

¿Cómo van a hacer campaña si Rojas no renuncia al Puerto o a su concejalía?

¿Si entre aliados se tratan así, que quedará para la oposición?

¿Cómo reaccionara provincia y Nación ante estos caminos que se bifurcan en el orden casero?

¿Si después de un triunfo sucede en pocas horas que garantía tiene el electorado que se fragmente todo rápidamente en el Concejo Deliberante y cada uno haga rancho aparte como lo hace el doctor Esnaola (UCR), por ejemplo?

Diez también apunta adentro, intra muro del radicalismo, a la cabeza de la segunda en su lista, la joven Graciana Maizzani, quien posa con él en conferencia de prensa mientras le esta diciendo… «vos no podes ocupar el lugar que te ganaste legalmente porque ese es mío…».

¿Cómo queda afectada alguien nuevo en política como la joven número dos de la lista si el propio conductor radical la quiere mover con diferentes artilugios?

En un país donde la grieta ha sido moneda constante, en Cambiemos de Necochea ha surgido la propia.

Por ahora abarca a nombres personales, habrá que ver si en el corto plazo la misma alcanza a votantes peronistas y radicales.

Como siempre se dijo, y parece adquirir plena vigencia la frase… «en política dos más dos no es cuatro…».