Son tres tramos de tres metros cada uno y con un segmento adicional de ajuste de un metro, fabricados en fibra de vidrio para soportar el desgarro. Las piezas habían demorado su llegada porque “tuvieron que construir los moldes especiales para después fabricarlas”, según explicó el director de Obras Sanitarias, Leonardo Gaitán.
Días atrás llegaron al edificio municipal de Obras Sanitarias los materiales que servirán para reparar la cañería que lleva las aguas residuales desde la Planta de Bombeo Cloacal de Necochea hacia Punta Carballido.
Alojada debajo del lecho del Río Quequén, entre el Puente Dardo Rocha y la zona portuaria, la tubería había sufrido fisuras y quebraduras en su armazón, debido a su constante exposición al agua, provocando pérdidas y malestar entre los vecinos que visitan la zona con frecuencia.
El motivo por el que estos materiales habían demorado su llegada fue revelado esta mañana por el Ing. Leonardo Gaitán, a cargo de la Dirección de Obras Sanitarias. “Llevó tiempo porque tuvieron que construir los moldes especiales para poder hacer las piezas y, después, fabricarlas”, explicó al respecto.
Sobre los recién llegados diez metros de cañería, fabricados en tres tramos de tres metros cada uno y con un segmento adicional de ajuste de un metro, el funcionario indicó que “son piezas que están fabricadas en fibra de vidrio, con un material que soporta el desgarro y que lleva cierto tiempo de fraguado y de secado, por eso se demoró un poquito la fabricación”.
Ahondando en la parte técnica de las tuberías, Gaitán añadió que “los caños son de diámetro 800, bridados, tapa y tapa, y se desmontan para poder bajarlos por partes, por el tema del peso”.
Como ya se había anunciado, la solución definitiva a esta problemática es la construcción de un tramo subfluvial que una las dos costas por debajo del curso del río. Por ello, “con estos materiales vamos a dar una solución a corto plazo, pero estamos trabajando con una empresa de Buenos Aires para hacer el cambio de cañería, para que no toque el agua”.
Finalmente, y sobre los trabajos específicos en campo, el ingeniero Gaitán afirmó que “se está charlando con los buzos que tienen que limpiar las cañerías existentes, que tiene muchos caracoles pegados. Hay que rasquetear a fondo para que estas piezas sellen, es un trabajo que se hace a mano. Una vez que está liso el caño se bajan las piezas y se sella el caño”, tareas que, por su logística y dificultad, podría demorar algún tiempo más la obra.