El complejo sojero aportó el 31,8% de las exportaciones totales de 2016. El principal rubro de exportación fue la venta de pellets y harina de soja, con el 17% del total.
En un año en que las exportaciones de productos primarios fueron las únicas que crecieron (y muy levemente las manufacturas de origen agropecuario), la soja demostró que siguió siendo uno de los productos más relevante en el comercio exterior argentino. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las ventas externas de pellets y harina de soja fueron el principal rubro de exportación (17%), dentro de un complejo sojero que aportó un tercio de las ventas totales. En tanto uno de cada tres dólares que ingresaron al país fue aportado por la soja y el girasol.
La importancia de los productos del campo y su industrialización se observó en que casi la mitad de las ventas externas (46%) provino de la comercialización de granos, harinas, pellets, aceites, biodiésel y otros subproductos, unos u$s 26.504 millones, según el informe que se basó en datos del Indec.
«Cuando se critica la eliminación de retenciones resulta necesario ver la importancia que tiene el campo y la agroindustria en la generación de divisas», indicó el informe.
Las exportaciones del complejo oleaginoso -soja y girasol- aportó u$s 19.292,6 millones- y las de los complejos maíz, trigo, cebada, arroz y sorgo, u$s 7211,88 millones.
Esas ventas externas del complejo oleaginoso -producción de soja y girasol y su industrialización posterior- representan el 33% del total de las exportaciones, así es que aportó uno de cada tres dólares que ingresaron al país vía el comercio exterior.
Al focalizarse en el complejo sojero, su importancia asciende al 31,8% de las exportaciones totales, al sumar los cuatro productos que lo integran: harina y pellets de soja (u$s 9969 millones), aceite de soja en bruto (u$s 3966 millones), del poroto de soja (u$s 3211 millones) y biodiésel (u$s 1239 millones).
En tanto, la soja y sus derivados aportaron el principal rubro de exportación del país, ya que el 17% de las ventas externas del año pasado fueron generadas por la comercialización de harina y pellets de soja.
Respecto del complejo maicero (u$s 4236 millones), las exportaciones del maíz fueron el mayor aporte: un 7% de las ventas totales del país, u$s 4129 millones. «El resto de los productos derivados del maíz con alguna industrialización y agregado de valor tienen una baja participación en el total de las exportaciones de Argentina y en las del propio complejo maicero», indicó BCR. Porque la suma de las exportaciones de aceite de maíz en bruto, almidón de maíz, granos perlados o triturados de maíz, harina de maíz y grañones/sémola de maíz totalizaron apenas u$s 50 millones.
Las exportaciones del complejo trigo ascendieron a u$s 2071 millones, un 3,5% del total nacional. «Es una cadena que va a seguir creciendo en el futuro, ya que en el ciclo 2015/2016 la producción de trigo en nuestro país ascendió a 10,9 millones de toneladas», previó BCR. Para la campaña 2016/2017, estimó a nivel nacional una producción de 14,9 millones de toneladas, por lo que espera que crezcan las exportaciones de trigo.
El grano fue el principal aporte a las ventas externas, con u$s 1838 millones y le siguió la harina de trigo, con u$s 178 millones. «Es probable que en el 2017, este segmento siga creciendo especialmente con destino a Brasil y otros países limítrofes», indicó.
En total, dos de cada tres dólares que entraron al país provinieron del campo más la agroindustria y la pesca. Según BCR, al sumar las exportaciones de productos primarios (u$s 15.645 millones), más las manufacturas de origen agropecuario (u$s 23.339 millones) y restarles las exportaciones de productos minerales metalíferos, escorias y cenizas (u$s 980 millones), arroja u$s 38.004 millones.
«Esta cifra representa el 66% de las exportaciones totales de Argentina del 2016», concluyó. El aporte de la piscicultura en las exportaciones nacionales fue de u$s 1679 millones.