La doctora en el campo de la Salud Pública Nutricional y Profesora del Máster Universitario de Nutrición y Salud de la UOC, Anna Bach, ha asegurado que la vitamina C del zumo de naranja se conserva «perfectamente» durante varias horas, negando así la creencia de que se pierde «a gran velocidad» cuando se exprimen.
Y es que, aunque con el paso del tiempo puede hacerse más amargo, se trata más de una cuestión organoléptica, de sabor principalmente, que de aporte nutricional, ya que para que se produzca una disminución considerable de esta vitamina hay que recurrir a condiciones extremas como calentar el zumo a más de 100 grados centígrados.
En el caso del zumo de fruta envasado, prosigue, la fruta exprimida inmediatamente se pasteuriza y se envasa asépticamente, de manera que ayuda a proteger sus nutrientes naturales y su calidad. «El zumo de fruta, gracias a su procesado y envasado, permite que cuando llega el momento de consumo, su contenido de vitaminas se mantenga», ha explicado la experta, quien forma parte la iniciativa ‘Zumo de Fruta, en Serio’, promovida por la European Fruit Juice Association y la Asociación Española de Fabricantes de Zumos.
Además, recalca, el envase está diseñado para proteger al zumo de fruta de los efectos de la temperatura, del aire y de la luz y para ayudar a mantener sus propiedades naturales. Con el fin de mantener la calidad y las cualidades del zumo con el paso del tiempo, los productores de zumo utilizan métodos y tecnologías adecuadas de producción, como la pasteurización, para eliminar los microorganismos que pudieran alterarlo.
La pasteurización del zumo de naranja es un tratamiento térmico suave, en el que el zumo, previamente desairado, es calentado rápidamente hasta 96 grados centígrados, se mantiene esta temperatura unos segundos y a continuación se enfría rápidamente para garantizar un producto seguro y de alta calidad. Después, se introduce asépticamente el zumo en envases protegidos de la luz y del aire que ayudan a mantener su sabor, color y nutrientes sin necesidad de añadir conservantes.
El zumo de naranja, un aporte de vitaminas diario
Como la fruta entera, el zumo de naranja está compuesto aproximadamente por 10 por ciento de azúcares naturales procedentes de la propia fruta (fructosa, sacarosa, y glucosa) y el 90 por ciento restante es agua, vitamina C, folato, potasio y otras vitaminas, minerales y fitonutriente.
Un vaso de zumo de naranja contiene más del 50*por ciento de la ingesta diaria recomendada de vitamina C, y tan sólo contribuye al 3*por ciento de las calorías diarias en la dieta recomendada de 2.000 calorías para una mujer.
En concreto, la vitamina C ayuda a reducir el cansancio y la fatiga y es un protector natural. Su consumo mejora la absorción de hierro procedente de fuentes distintas de la carne y, además, es esencial para la estructura de los huesos, cartílagos, músculos y vasos sanguíneos, y ayuda a mantener los capilares y las encías.
Fuente: medio ambiente