Miles de pilotos de vuelos comerciales sufren depresión pero no buscan ayuda médica por miedo a perder su puesto, escribió el New York Post, citando un estudio de Harvard realizado tras la tragedia de German Wings.
En esa oportunidad un piloto con problemas mentales estrelló en deliberadamente un avión, matándose a sí mismo y a 149 pasajeros.
Según el estudio, 426 de los 3.278 pilotos entrevistados, equivalentes al 13 por ciento, probablemente sufría depresión, mientras 75 dijeron tener pensamientos suicidas en el término de dos semanas desde la investigación.
Usando estos números los investigadores llegaron a la conclusión de que 18.000 pilotos sobre 140.000 en el mundo están deprimidos, y 5.600 tuvieron tendencias suicidas.
Frente a los síntomas de depresión, las aerolíneas pueden decidir que los pilotos queden en tierra.