Por Horacio Castelli
En las permanentes discusiones que se mantienen en nuestro distrito referidas al futuro que nos permita cambiar el presente, los proyectos analizados solo enfocan un solo aspecto del total de necesidades.
En las últimas semanas se volvió a discutir sobre qué hacer con el Parque Miguel Lillo, y analizar solo eso no hará que las inversiones, los turistas y el crecimiento vuelvan.
Desgraciadamente, los sectores que tienen intereses sobre un lugar plantean fuertes cambios a la situación actual, sin proyectos hacia todos los aspectos que hay que mejorar.
Por más que se amplíe el Frente Costero, loteando o concesionando grandes franjas del Parque Lillo, no se va a lograr un crecimiento, ni económico ni turístico sino está inmerso dentro de un proyecto más abarcativo.
Que cada sector pelee por sus intereses no le sirve al distrito, pero tampoco a ellos
Si las discusiones solo se plantean para medir fuerzas y ver quien tiene más poder para imponerse, nos seguirán llevando a callejones sin salida.
Los puristas de la ecología creen que no tocar para nada el Parque lo salvan. Y lo más asombroso es que saben que no es así.
Los inversores inmobiliarios presionan permanentemente para que se lotee el Frente Costero hacia el sur prometiendo el paraíso económico y turístico hacia el futuro sabiendo que no es así.
Algunos protagonistas de estas discusiones niegan que se piense en lotear el Parque, pero, quién esto escribe fue testigo de la decisión que se había tomado entre sectores empresariales y políticos donde se expresó tácitamente que el proyecto era “lotear” el Parque y los concejales debíamos comenzar a analizar nuestro apoyo a esa iniciativa.
Por lo tanto, la idea y el deseo del loteo del Parque fue la propuesta realizada por inversores y dirigentes.
La tozudez de los ecologistas o protectores del Parque Miguel Lillo, está produciendo una inmovilidad que lo está matando de a poco.
La desesperación de los inversores que ven un importante negocio inmobiliario especulativo puede matarlo aceleradamente en el futuro.
Por eso una golondrina no hace un verano
Si solo nos enfocamos en un tema, vamos a seguir fracasando permanentemente porque un proyecto aislado solo significa ganancias para pocos.
Si los proyectos no están inmersos dentro de una política de estado que marque el futuro del distrito en los próximos 20 años, no saldremos nunca de este letargo que lleva más de 40 años.
Cuando exista un proyecto general como han realizado otros distritos (Tandil, Balcarce, Tres Arroyos, etc.), podremos avanzar en los temas puntuales.
Los dirigentes, empresarios y periodistas nos hemos especializado en hablar de temas puntuales y nos hemos olvidado de pensar en el todo.
Sin un proyecto de urbanización, de extensión de servicios esenciales, de pavimentación con una visión clara, etc. los inversores serios no se acercarán nunca.
Dejemos de hablar de temas puntuales, primero realicemos una discusión sobre qué queremos ser y hacia donde vamos.
Una vez que tengamos claro estos aspectos, comencemos a delinear lo particular, de otra manera el crecimiento será imposible.