Por Juan Alberto Poteca
Días pasado, leíamos una nota, donde se hacía referencia la posibilidad de demoler la rambla local. Quedamos perplejos ante esa novedad y aún más molestos, cuando un par de amigos de los años jóvenes, de mí Tres Arroyos natal, me comentaban de la pena que les producía esa noticia.
Entonces vino a la memoria, aquellas vacaciones de la infancia, donde uno de los paseos era aquella rambla. Los alfajores que llevábamos de regalo a las tías, los comprábamos en el puesto allí instalado y los recuerdos, jarras para tomar el té con la inscripción » recuerdos de Necochea», también.
Todavía veo a través del recuerdo, en el viejo aparador de la tía Angelita, una jarra con esa leyenda y la imagen pintada del puente colgante. Pero también, tengo presente los atardeceres, donde prolijamente vestido, íbamos a tomar la » Bidú» o la naranjada con los viejos. Ni que decir aquella noche, que con mis padres acompañamos al tío Tito, hermano de mí padre, a la » tertulia».
Lo veo hoy, de traje blanco y creo que lucía una corbata celeste. Y después de adolescente, ya con cierta independencia, encontrarnos allí con los chicos y chicas que nos amigábamos en los hoteles. Cuantas historias individuales y cuanta historia colectiva de la ciudad.
Fue un daño al patrimonio urbano, el haber demolido la estructura superior y hoy se completaría ese atropello, destruyendo el resto.
Por eso nos preguntamos, si no habrá una mejor idea, por ejemplo, ubicar los planos de aquella construcción externa, conservar esa imagen y » aggiornarla» en su interior.
¿No pueden obtenerse recursos privados para aportar a su reconstrucción?. ¿ Nadie piensa desde la política, hacer una convocatoria para recuperar un patrimonio histórico de esta Necochea?. A veces, creemos que nos falta a los lugareños sentidos de pertenencia.
Conservar el patrimonio que hace a la historia de la comunidad, no es oponerse a su progreso, sino mantener intactos los valores que hacen a la grandeza de la misma. Son valores que hablan de las personas e instituciones, que hicieron al crecimiento y desarrollo de la ciudad.
Confiemos que haya una o varias personas, que puedan tener una mejor idea y que no piensen en una demolición más. Necochea necesita de construcciones colectivas y eso se logra mirando la historia y no ignorándola.