martes, noviembre 19, 2024

Internacionales

Bob Dylan finalmente dio un portazo

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Bob Dylan, luego de un aparente tira y afloje, informó hoy a la Academia sueca que el 10 de diciembre próximo no viajará a Estocolmo a recibir el Nobel de Literatura.

El poeta y cantautor «quisiera recibir el premio personalmente pero otros compromisos, lamentablemente, lo hacen imposible», afirmó la Academia en un comunicado, luego de recibir el martes a la noche una carta del artista.

El 13 de octubre pasado el comité otorgó el máximo reconocimiento literario al artista por «haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense».

Dylan «destacó una vez más que se siente realmente honrado y que quisiera estar con nosotros», informó la Academia, observando que es extraño pero no excepcional» que un galardonado decida no asistir a la ceremonia.

En el pasado aceptaron el premio también en literatura pero no se presentaron a la ceremonia de etiqueta Doris Lessing, Harold Pinter y Elfriede Jelinek.

Mientras que Jean Paul Sartre es el caso más célebre de un rechazo al premio pero que la Academia nunca reconoció.

En el caso de Lessing y de todos otros autores, «el premio pertenece todavía a ellos así como pertenece a Dylan», precisó la Academia.

Además agregó que el único requisito es que el cantante haga la tradicional Lectura Nobel dentro de los seis meses a partir de diciembre. Este evento puede tener lugar en cualquier lugar, no necesariamente en Suecia. El premio a Dylan había provocado polémicas entre quienes lo consideraron inmerecido.

«Hubiera sido más justo que se lo dieran a Leonard Cohen», reiteró hoy el poeta australiano Clive James mientras otros autores excluidos, Haruki Murakami o Philip Roth, se quedaron con las ganas. El cantautor terminará la semana próxima en Fort Lauderdale, Florida, su «Never Ending Tour» en Estados Unidos, durante el cual arrojó gasolina sobre el fuego evitando responder a las reiteradas llamadas telefónicas del Comité, tras el anuncio del galardón. Incluso uno de sus miembros lo calificó de «mal educado» y «arrogante».

Dylan rompió el silencio y aceptó oficialmente el Nobel dos semanas más tarde, después del anuncio en una llamada telefónica a la secretaria permanente del premio, Sara Danius, entre serio e irónico: «Quedé sin palabras», dijo. (ANSA).