“Como medida de lucha contra la obesidad (uno de los peores males que afectan especialmente a los países más desarrollados), la OMS “sugirió” recientemente, que se suban los impuestos a determinadas bebidas que contengan grandes cantidades de este compuesto.”
Promesas, promesas…
La respuesta no se hizo esperar y el gigante mundial de alimentos PepisCo, se comprometió públicamente a que dos tercios de las bebidas individuales que produzcan, tendrán 100 o menos calorías en 2025, con el fin de ayudar a sus clientes a reducir el consumo de azúcar.
Para lograr sus objetivos, Pepsi que también es propietaria de marcas como Gatorade, Kas y Lays promete que, en sus más famosos refrescos introducirá más bebidas con bajo y Zero contenido de azúcar en los próximos años y explica que el cambio fue impulsado por las necesidades expresadas por sus consumidores y por las nuevas directrices dietéticas de la Organización Mundial de la Salud.
Coca Cola dice que desde el año 2000 el contenido de azúcar de sus refrescos ha disminuido de manera paulatina, pero constante, logrando una baja del 36 % y que seguirán en el mismo camino rebajando entre un 2 y un 2,5 % anual.
La realidad
Muchos clientes ha disminuido su consumo de bebidas altas en calorías pertenecientes a ambas compañías, debido a las preocupaciones sobre su contenido de azúcar.
Pero, al mismo tiempo, las bebidas de dieta también han estado cayendo en desgracia, ya que los consumidores se preocupan por los productos químicos que puedan contener los refrescos.
Desde hace ya muchos años, tanto Pepsi como Coca-Cola han estado tratando de adaptarse a los cambios en los gustos y las necesidades de los consumidores y eso ha provocado más de una controversia al respecto.
La última de ellas involucró a Pepsi, cuando anunció el cese del empleo del edulcorante artificial aspartamo debido que varios estudios científicos lo vincularon con problemas de salud tales como la obesidad y la diabetes.
Pero PepsiCo reintrodujo el aspartamo en algunos productos en septiembre del año pasado, escudándose en que los consumidores querían más opciones, desdiciéndose de sus afirmaciones respecto a los riesgos que podría tener en la salud.
Coca Cola ni siquiera se molestó en entrar en el debate, ya que emplea aspartamo desde hace tiempo, además de otra variedad de edulcorantes artificiales y como siempre (y como Pepsi) aseguran que su prioridad es la salud de sus consumidores.
Mucho ruido, poca salud
Junto con su compromiso de disminuir las calorías en sus bebidas azucaradas durante la próxima década, Pepsi también incluyó una reducción de los niveles de grasas saturadas y sodio en la mayoría de sus productos.
La división de Frito-Lays de Pepsi, que incluye los Fritos del mismo nombre y chips de marca de Lays, también vende Doritos y Cheetos, que son productos de altos contenidos de sal, sodio y grasas saturadas (todos perjudiciales para la salud humana).
El compromiso de la compañía es continuar mejorando sus opciones de alimentos y bebidas para satisfacer las cambiantes necesidades de los consumidores mediante la reducción de azúcares añadidos, grasas saturadas y los niveles de sodio en su cartera de productos, según reza el comunicado de Pepsi.
El plan de PepsiCo para hacer sus productos más saludables se suma a los nuevos objetivos de sostenibilidad que oficialmente tiene la compañía y que según han explicado, se orientan a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (en un 20% para el año 2030) y mejorar la eficiencia en el uso del agua.
Ni sano ni necesario
Se dice que las personas están comenzando a perder el gusto por lo dulce, pero ¿hasta qué punto esto es una realidad o un efecto de inducción, dadas las alarmantes cifras de obesidad, diabetes y problemas cardiovasculares que padece el mundo hoy en día?
Si hay algo que sí es muy real es que antes no se exigían etiquetas con datos específicos respecto a las calorías y contenidos, la gente en general no se preocupaba de saber qué era exactamente lo que comía y no existían los medios de comunicación masivos actuales.
Este último punto es fundamental, ya que hoy en día cualquier persona que desee informarse, tiene todos los datos que desee al alcance de un clic.
Pero eso es un arma de doble filo, porque también se induce a creer a pie juntillas la información que les conviene a las empresas a través no solo de la publicidad, sino de Redes Sociales, webs, blogs, etc.
Así tengan más o menos azúcar, las bebidas cola no son más que mejunjes químicos que no aportan nutrientes al cuerpo, excepto una buena cantidad de agua contaminada, con elementos que no solo no suman, sino que restan a nuestra salud.
Y esto no se acaba con impuestos o con promesas de superación, rebajas de azúcar, sal, grasas, sodio o de producciones sostenibles para el Medio Ambiente, sino con un cambio de actitud en las personas; si no es necesario y encima resulta perjudicial ¿para qué consumirlo? Una de las tantas paradojas de los seres humanos.
Fuente: medio ambiente