La Sala I de la Cámara en lo Civil y Comercial de Mercedes ordenó al Bingo Chivilcoy a abonar la totalidad del premio y un resarcimiento económico por daño moral a un hombre que ganó esa suma en tragamonedas. La empresa se había negado a pagar el premio, aduciendo «un error de la máquina».
En los autos «Di Palma Mario Darío c/ Atlántica de juegos SA s/ nulidad acto jurídico», el denunciante promovió una demanda contra Atlántica de Juegos S.A. para cobrar la suma de $ 954.635,41 en concepto del premio obtenido en las máquinas “tragamonedas” en el establecimiento de juegos y apuestas “Bingo Chivilcoy”, de propiedad de la accionada, y por indemnización de daño moral, que estimó en la suma de $ 200.000, más sus intereses.
El damnificado relató que el 18/10/07 concurrió al establecimiento indicado y ganó en una de las máquinas electrónicas $ 999.999,95, por lo que llamó al personal para que le suscribieran el comprobante y poder percibirlo. Los empleados le dijeron que no era posible porque debían consultar al personal jerárquico de la empresa, luego de lo cual se le acercaron personas del establecimiento que le dijeron que el premio no iba a ser pagado porque se debía a un error de la máquina, y le pidieron que esperara al abogado de la empresa para “negociar” el pago. Finalmente le ofrecieron $ 46.364,54, argumentando que era el monto del premio máximo de esa máquina.
Los integrantes del Tibunal expresaron que «hubo una oferta consistente en poner a disposición de quien ingresara al establecimiento la participación en juegos de azar a cambio del álea de ganar sumas de dinero, y una aceptación de la misma por parte de la actora, configurándose el contrato de juego de azar».
Sobre la manera en que sucedieron los hechos, los magistrados destacaron que «no cabe duda que existió un aprovechamiento de un consumidor que estaba en una situación desventajosa. Naturalmente, no era él quien controlaba las máquinas; no sabía, cuando firmó el recibo alejado del salón de juegos, lo que estaba ocurriendo con la máquina. La situación de stress y nerviosismo por la que atravesaba, como relata en la demanda, es perfectamente creíble. Había obtenido un importante premio y los directivos de la empresa no se lo reconocían».
En ese sentido, «la situación de superioridad de los representantes de Bingo Chivilcoy (redactores del documento, que tiene membrete de la firma) es manifiesta, ya que gozan de experiencia y preparación en estas cuestiones, no así el cliente-consumidor. Hubo, evidentemente, un aprovechamiento de la ligereza e inexperiencia del actor», sostuvieron los jueces de la Cámara, Emilio Armando Ibarlucia y Laura Ines Orlando.
Por todo lo expuesto, los camaristas resolvieron revocar la sentencia dictada y hacer lugar a la demanda de nulidad de acto jurídico y cumplimiento de contrato, condenando a la demandada a abonar al actor la suma de $ $ 953.635,41, con más sus intereses desde el 1/11/07 hasta el efectivo pago, a la tasa pasiva más alta fijada por el Banco de la Provincia de Buenos Aires.