El ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva fue enviado a juicio por corrupción y lavado de dinero en el marco de la investigación «Lava-Jato» sobre fondos no declarados de Petrobras.
La acusación fue dispuesta por el juez Sergio Moro, responsable de la investigación, que hoy aceptó la denuncia por los citados delitos presentada el miércoles pasado por el fiscal federal contra el ex jefe de Estado.
Los fiscales de la causa apuntan a que Lula sería el «jefe máximo» del esquema de corrupción de la empresa estatal.
«Prueben que soy corrupto, e iré caminando a la cárcel», se defendió, entre lágrimas, la semana pasada el dos veces presidente brasileño.
Hace menos de una semana, el fiscal de Curitiba había denunciado Lula, a su esposa Marisa Leticia y a otras seis personas por presuntas irregularidades en la renovación de un departamento de lujo en Guarujá, en la costa de San Pablo.
Durante una rueda de prensa, el fiscal Deltana Dallagnol llamó a Lula como el «líder máximo» de la trama de sobornos que estalló dentro del gigante petrolero estatal Petrobras.
Con la solicitud de juicio por parte de Moro, ahora el ex presidente de la República podría enfrentarse a una detención inminente, reportó la prensa local. (ANSA).