Desde hace días se conoció que la gobernadora, María Eugenia Vidal dio la orden para rescindir la concesión y estatizar los principales caminos de acceso a la Costa bonaerense.
Desde Calle 6 y en varios despachos de los ministerios que tendrían que estar implicados en el proceso, se escucha que la intención podría concretarse en el corto plazo. Incluso, ya hubo distintos acercamientos para iniciar negociaciones entre funcionarios bonaerenses y representantes de Autovía del Mar (AUMAR).
La idea sería que las rutas 2 y 11 pasen a estar a cargo de la estatal AUBASA, la que controla la Autopista Buenos Aires-La Plata. En realidad el proyecto, más concreto, apunta a estatizar el llamado corredor Vial del Atlántico, integrado por las rutas 2, 11, 36, 56, 63 y 74.
El proyecto resonó en la Legislatura bonaerense, como así en los municipios donde pasan las rutas mencionadas. De forma llamativa, en el bloque de Cambiemos surgieron algunas disidencias a las primeras versiones sobre la estatización de las rutas costeras. Son “dudas”, sobre todo, o al menos esa palabra se escuchó en las primeras reuniones donde surgió el tema. Pero en las intendencias la noticia fue recibida con beneplácito.
Recordemos que la Ruta 2 atraviesa los municipios de Brandsen, Chascomús, Lezama, Castelli, Dolores, General Guido, Maipú, Mar Chiquita y Mar del Plata. Mientras las Ruta 11 atraviesa por Magdalena, Punta Indio, Pinamar, Villa Gesell, La Costa, Lavalle, Madariaga y Tordillo.
Se sabe que desde hace tiempo, el intendente de Dolores, Camilo Etchevarren, de la Coalición Cívica enrolada a Cambiemos, propone la municipalización de las rutas. Esta idea, según pudo saber INFOCIELO, comenzó a generar más intendentes adeptos, incluso más allá de las fronteras del oficialismo, quienes ven con muy buenos ojos que sean los municipios quiénes se encarguen del control de las rutas y, sobre todo, de la recaudación de los peajes.
“Sería muy bueno que los intendentes nos hagamos cargo”, dice fuera de micrófono un alcalde ante la novedad de la estatización. Otro, en base a algunas reuniones de intendentes vecinos, cuenta que surgió una idea de plasmar un “consorcio de intendentes, para que sean los municipios que controlen las rutas” y de paso que “todo el dinero se vuelque a los municipios”.
“Toda esa plata podría servir para obras”, añade otro jefe comunal. Sin embargo, los mandatarios comunales ven con agrado la idea de Vidal. “Es un paso intermedio”, advierte un alcalde, sin dejar de aclarar que “hay que sacarse de encima a las concesionarias”. En general, los intendentes -oficialistas y opositores- coinciden en que el Estado tiene que estar al frente de esas rutas de tanta importancia para la Provincia. Los ruidos están en la Legislatura, donde hasta en los bloques oficialistas, hay legisladores que no están convencidos con esa idea.