Por Raúl Oscar Martínez*
Para definir la gimnasia tendría que escribir del pasado, del presente y las posibilidades futuras para completar el trabajo. Quienes no recuerdan en la infancia, adolescencia, juventud e incluso siendo adulto en la escuela, en el gimnasio, en el club, al aire libre o en nuestro querido parque las prácticas de gimnasia.
En las charlas de café, en los espacios de reflexión, en los programas televisivos, en prácticas cotidianas siempre está presente la gimnasia, del cual hablar de la misma es un tema tan importante como controvertido, algunas posiciones positivas otras negativas que se define como conjunto de técnicas de distintas procedencias que se utilizan en realidades diferentes, como las concepciones sobre actividades físicas que prevalecen en diferentes épocas y sociedades.
Podrimos definirla como todo ejercicio o movimiento instrumentado con intención de mejorar la relación de los hombres y las mujeres con su cuerpo, su movimiento, el medio y los demás. La gimnasia constituye una configuración de movimiento distinta al juego, el deporte, la danza, del trabajo y otros. Sin embargo constituye el mejoramiento de todas estas formas de movimiento y permite la corrección de problemas e insuficiencias corporales y motrices.
En la gimnasia hay conocimientos renovados, nuevas ideas, valores en un mundo que los está cambiando sin acertar al parecer, en precisar algunos conceptos duraderos. La filosofía, la metafísica se encarga del ser y de la realidad. Es importante tratar de construir una alternativa gimnástica nada igual a la que predomina.
La gimnasia ha sido, tal vez, el mejor y más claro dispositivo de control y disciplinamiento de los cuerpos utilizando su realidad biológica y sus necesidades de tal realidad. En los periodos de instalación de la modernidad. Entrenar cuerpos para hacerlos biológicamente aptos, en función de la inclusión social y eficiente en el sistema de producción, sobre normas de higiene y ordenamiento de la actividad física constituyo uno de los grandes objetivos de la gimnasia.
Es importante interpretar en la forma más ordenada posible los fenómenos sociales, culturales y naturales del pasado, del presente y tener una mirada constructiva para el futuro. Actuar desde una teoría es ayudar a tener un criterio propio de la gimnasia y nos permite iniciarnos en una mirada crítica en el mundo. Las teorías no se hacen para toda la vida, cambian los marcos teóricos de referencia.
Poder conocer a Mariano Giraldes en cursos, seminarios, charlas, como hablar con el sobre las distintas corrientes gimnasticas y las tendencias me ayudan a plantear de antemano el mejorar la relación que tiene el cuerpo en los alumnos, el placer, la alegría, el disfrute de aprendizajes, etc.
Cada contexto es distinto, las mujeres buscan en la gimnasia el ideal de belleza más que el hombre, pero la gimnasia debería mejorar la relación con el medio, con los seres humanos, con los otros, etc. La cultura del movimiento es una construcción social, por lo tanto, y como los mensajes sociales pueden ser tendenciosos, cada uno debería poder organizar su propio ejercicio con una mirada crítica. Es importante ver esto porque el cuerpo forma parte del bagaje simbólico del hombre y es este el que debe encontrarle sentido y significado a esa relación.
Para finalizar es interesante considerar el máximo de oportunidades de práctica que podamos, retroalimentación externa, ambiente y clima alegre. Además de divertirse con una organización del tiempo de práctica que nos permita el máximo aprovechamiento.
Ese tiempo real de actuación motriz de acuerdo a la edad, preparación física, tiempo, espacio y circunstancias lo tenemos que encontrar cada uno para el disfrute pleno de la práctica donde la creatividad este a la orden del día.
El distrito tiene recursos naturales para aprovechar, al igual que espacios para la práctica.
*Magister en Educación Corporal